ENSCHEDE – Una historia que conmueve a todos los Países Bajos: un niño de 7 años que lucha contra un tumor cerebral maligno expresó recientemente su último deseo a través del programa Make-A-Wish. ¿Su sueño? Hablar solo una vez con su ídolo, el delantero holandés Wout Weghorst .
La solicitud alcanzó su punto álgido en pocos días. En lugar de simplemente llamar por teléfono, Weghorst decidió adoptar un enfoque completamente diferente. Sin que nadie en el hospital lo supiera, se subió a su coche y condujo durante horas para conocer al niño en persona.
Según una enfermera, el niño fue llevado a una pequeña sala de reuniones “para una sorpresa especial”. Cuando se abrió la puerta y allí estaba Wout Weghorst, en chándal, con una gran sonrisa y una camiseta de la selección holandesa firmada en las manos, el niño no podía creer lo que veía. “Literalmente saltó a los brazos de Wout. No dudó ni un segundo; fue pura alegría”, dijo la enfermera.
Pero no se detuvo en ese momento mágico. Weghorst se quedó con él durante horas. Vieron juntos los mejores momentos de la selección holandesa, jugaron una partida de FIFA en la PlayStation e incluso se dieron unas patadas suaves a un balón en el jardín del hospital, mientras Wout evaluaba atentamente el estado físico del niño.
Al final de la visita, Weghorst entregó un sobre. Dentro había una carta manuscrita y una promesa: tan pronto como sea médicamente seguro, el niño y su familia podrán asistir a un partido internacional de la selección holandesa, con trato VIP completo. Weghorst se encargará personalmente de todo, desde el transporte hasta el alojamiento.
“Esto va mucho más allá de cumplir un deseo”, dijo la madre del niño, visiblemente conmovida. “Le dio a nuestro hijo no solo un día maravilloso, sino también esperanza y un futuro que esperar”.
El personal del hospital elogió la sinceridad del delantero. “No había cámaras, ni logos de patrocinadores, ni prensa. Lo hizo con el corazón. No se ve eso todos los días”, dijo un médico.
El propio chico dijo después que había sido el mejor día de su vida. «Es incluso más grande que en la tele… ¡y anota aún mejor en persona!», dijo con una amplia sonrisa.
Cuando las imágenes de la visita aparecieron posteriormente en redes sociales a través de amigos y familiares, miles de reacciones inundaron internet. Los aficionados llamaron a Weghorst “un verdadero héroe” y “alguien que entiende que el fútbol es mucho más que ganar”.
Con su inesperada visita, Wout Weghorst demostró que la verdadera grandeza no solo se encuentra en el campo. A veces llega con un viaje de unas horas, una camiseta firmada, unas risas y una promesa que le da a un niño la fuerza para seguir luchando.