El 30 de mayo de 2025, un impactante incidente ocurrió en el Museo de los Guerreros de Terracota de Xi’an, China, cuando un turista chino, identificado solo por su apellido Sun, causó graves daños a dos de los antiguos guerreros de arcilla. Los Guerreros de Terracota, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y compuestos por aproximadamente 8.000 esculturas de tamaño natural, fueron creados hace más de 2.000 años bajo el mando del emperador Qin Shi Huang, el primer emperador de China. Estos invaluables artefactos, valorados en miles de millones de dólares en conjunto, sufrieron un golpe devastador en cuestión de minutos debido a las acciones imprudentes de un solo individuo.

El accidente
Según una declaración a la Agencia France-Presse, Sun, de 30 años, quien presuntamente sufría problemas de salud mental, saltó una barandilla y una valla protectora, cayendo en un pozo de excavación de 5,5 metros de profundidad que albergaba varios guerreros de terracota. Mientras los espectadores horrorizados le gritaban que se detuviera, Sun ignoró sus súplicas y comenzó a empujar y tirar de las delicadas figuras de arcilla. Sus acciones causaron daños visibles en dos de las estatuas, con diversos grados de destrucción. Videos que circulan en línea capturaron la caótica escena, mostrando a Sun tendido en el suelo con la cabeza entre las manos, antes de que el personal de seguridad interviniera y lo sujetara.

Las autoridades chinas han confirmado que Sun padece trastornos mentales y el incidente sigue bajo investigación. Aunque aún se está evaluando la magnitud de los daños, los expertos temen que los daños a estos artefactos irremplazables sean irreparables, dada su antigüedad y fragilidad.
La importancia histórica del Ejército de Terracota
El Ejército de Terracota, cuya construcción comenzó en el año 248 a. C., es uno de los descubrimientos arqueológicos más extraordinarios de la historia. Encargado por el emperador Qin Shi Huang, fundador de la dinastía Qin, el ejército fue diseñado para proteger al emperador en el más allá, a la vez que exhibía su inmenso poder. Los 8.000 soldados de arcilla, junto con caballos de terracota y armas de bronce, fueron producidos en masa, pero con detalles intrincados, con rasgos faciales, peinados y armaduras únicos, que probablemente representan las diferentes regiones de la antigua China unificadas bajo el gobierno de Huang.

Tras la muerte del emperador en el 210 a. C., la dinastía Qin se derrumbó en un violento caos. Los invasores saquearon el Ejército de Terracota, robando sus armas reales, y un incendio derrumbó la estructura que albergaba las estatuas, destrozando muchas de ellas. Enterrado y olvidado durante siglos, el ejército permaneció oculto hasta 1974, cuando unos agricultores que cavaban un pozo encontraron un fragmento de arcilla. Este descubrimiento dio lugar al descubrimiento de miles de figuras, meticulosamente reensambladas por arqueólogos y ahora expuestas en un museo de Xi’an.
Una trágica pérdida para el patrimonio cultural
El Ejército de Terracota no solo es un testimonio de la artesanía antigua, sino también un símbolo de la rica historia de China. Cada guerrero, meticulosamente restaurado durante décadas, es una obra invaluable del patrimonio cultural. El daño causado por las acciones de Sun ha provocado indignación y dolor entre historiadores, arqueólogos y el público en general. Aunque se estima que el valor monetario de las estatuas afectadas asciende a miles de millones, su importancia histórica y cultural es inconmensurable.

El incidente ha reavivado el debate sobre la protección de yacimientos arqueológicos frágiles. El Museo del Ejército de Terracota, una importante atracción turística, cuenta con sólidas medidas de seguridad, como barandillas y redes, pero este suceso pone de relieve los desafíos que supone salvaguardar estos tesoros de eventos impredecibles.