La tensión en el mundo de la Fórmula 1 alcanzó su punto álgido tras el Gran Premio de Bélgica, cuando Lando Norris lanzó un ataque sin precedentes contra Max Verstappen durante una entrevista posterior a la carrera. El piloto de McLaren, normalmente tranquilo y diplomático, sorprendió a todos con sus duras palabras dirigidas al tricampeón del mundo.
“Tiene que dejar de quejarse como una mujer, es una vergüenza echarle la culpa a todo”, dijo Norris visiblemente frustrado ante las cámaras.
La declaración se produjo después de que Verstappen criticara la estrategia de la FIA durante la carrera, en particular los retrasos causados por la lluvia y algunas decisiones de control de carrera. Según Verstappen, se vio en desventaja, lo que le provocó una pérdida de ritmo y posición en momentos cruciales de la carrera.
Norris, quien tuvo una excelente carrera pero no logró subir al podio, pareció incomprensible ante los comentarios de Max. Su respuesta fue recogida casi de inmediato por los medios internacionales y causó un gran revuelo en redes sociales, donde los aficionados reaccionaron con sentimientos encontrados.
Cinco minutos después de la entrevista de Norris, Max Verstappen dio una breve pero contundente respuesta a la prensa, compuesta de sólo siete palabras:
“Dejo que mi forma de conducir hable por sí sola”.
La calma y la confianza con la que Verstappen pronunció esta frase contrastaron marcadamente con el feroz ataque de Norris. En cuestión de segundos, la grabación se viralizó, y las palabras de Max se citaron como “la respuesta perfecta” que neutralizó el ataque sin más discusión.
Se desató una polémica en redes sociales. Los aficionados de Verstappen elogiaron su madurez y su capacidad para mantener la calma bajo presión. Sin embargo, muchos seguidores de la F1 criticaron a Norris por usar lenguaje sexista y atacar personalmente a un compañero.
Un analista de Sky Sports calificó la situación como “una distracción no deseada en un deporte que necesita respeto y deportividad en este momento”.
McLaren aún no ha comentado oficialmente las declaraciones de su piloto, pero fuentes dentro del equipo informaron que se habló con Norris a puerta cerrada sobre su tono.
Según se informa, la FIA está considerando hablar con ambos pilotos sobre las obligaciones de los medios y los límites de la comunicación pública dentro del deporte.
Lo que comenzó como un intenso fin de semana de carreras en el circuito de Spa se ha convertido en un intenso intercambio de palabras entre dos de los mayores talentos de su generación. Las próximas carreras revelarán si se trata de un incidente aislado o del inicio de una nueva rivalidad. Una cosa es segura: la Fórmula 1 es todo menos aburrida.