Escándalo de Ferrari: voltaje después de la llamada a Hamilton para el alivio de la radio
Miami, 5 de mayo de 2025 – El Gran Premio de Miami se ha convertido en un campo de batalla real para Ferrari, no solo en la pista sino también dentro del equipo. La licitación, ya decepcionante para la actuación del SF-25, estuvo marcada por una explosión de tensión entre Lewis Hamilton, Charles Leclerc y The Wall of the Red, que culminó en una llamada oficial al conductor británico por su ventilación por radio. Este episodio encendió la atención en una crisis interna que podría dejar las secuelas.
Todo comenzó en la vuelta 38, cuando Hamilton, en octava posición, pidió insistentemente que superara a Leclerc, Setimo, que intente atacar a Andrea Kimi Antonelli, sexto. Sus palabras, llenas de frustración, han cuestionado la estrategia del equipo: “¿Tengo que quedarme aquí toda la carrera?” Y “Este no es un buen juego de equipo”. El muro, dirigido por Fred Vasseur, inicialmente dudó, alimentando la irritación del campeón mundial de siete tiempos, que recordó a un episodio en China: “Cuando me pidiste que renunciara al puesto, lo hice. ¡Tome un té mientras lo piensas!”.
Leclerc, por su parte, no ha permanecido en silencio. En Giro 46, cuando Hamilton no pudo acercarse a Antonelli, Monegasco protestó: “¡Pero ahora tiene que ir rápido!”. La situación degeneró cuando el muro ordenó a Hamilton que le devolviera la posición a Leclerc, desatando una respuesta sarcástica: “¿Ahora quieres que pase Sainz?”. Este golpe y respuesta, transmitido en vivo, destacó una falta de armonía entre los pilotos y el equipo, amplificando el descontento general.
Después de la carrera, que terminó con Leclerc Setmo y Hamilton octavo, los dos pilotos intentaron amortiguar los tonos. Leclerc dijo: “Estoy frustrado, pero no quiero decir demasiado”, mientras que Hamilton criticó la lentitud de las decisiones estratégicas: “No me queda claro lo que querían hacer en los pozos”. Sin embargo, la comparación posterior a la agara con Vasseur fue descrita como “dramática” por fuentes cercanas al equipo, con Hamilton, quien defendió su estallido como reacción a la presión del momento, subrayando el sarcasmo de sus palabras.
Este episodio no está aislado. Las tensiones entre Hamilton y su ingeniero de canciones, Riccardo Adami, ya se habían manifestado en Australia y China, destacando las dificultades para adaptar al piloto británico a la nueva realidad de Ferrari. El SF-25, lejos de las expectativas, no ayuda: Ferrari es cuarto en el Campeonato de Fabricantes, aprobado por McLaren, Mercedes y Red Bull. Con el Gran Premio de Imola en las puertas, la presión es para las estrellas. Vasseur ha anunciado actualizaciones para el automóvil, pero la prueba real será reconstruida la armonía interna. ¿Ferrari podrá superar esta tormenta? Los fanáticos, decepcionados, esperan respuestas.