El título sensacional en una vieja madre gigantesca que está congelada en el hielo antártico es una declaración ficticia que es científicamente imposible. Los mamuts, incluido el lanudo gigantesco, eran exclusivamente criaturas del hemisferio norte, que vive en los vastos prados congelados de lo que ahora es Siberia, América del Norte y Europa. La Antártida, por otro lado, estaba cubierta por una capa de hielo continental durante decenas de millones de años, y ninguna megafauna similar vivió allí. La historia geológica y el clima del continente simplemente no se alinean con la existencia de mamuts.
Mientras que una momia gigantesca en la Antártida es un mito, los arqueólogos han hecho descubrimientos auténticos e impresionantes increíblemente bien conservados en el hemisferio norte. El más famoso de estos resultados proviene del permafrost siberiano. Por ejemplo, el descubrimiento de “yuka”, un joven joven notablemente conservado, proporcionó científicos para su piel, tejido muscular e incluso tejidos blandos. Este y otros resultados similares, como “Lyuba”, han ofrecido ideas invaluables sobre las vidas, dietas y entornos de estas criaturas majestuosas. Estas momias reales sirven como un vínculo tangible con la edad de hielo, pero están en las tierras heladas del norte donde los mamuts realmente se han vagado.
El archivo prehistórico de la Antártida misma, aunque no incluye mamuts, no es menos fascinante y es un campo muy real de estudio científico. El registro fósil del continente revela un pasado radicalmente diferente. Antes de convertirse en un páramo congelado, la Antártida era una tierra exuberante y templada con bosques y ríos. Los paleontólogos han descubierto fósiles de dinosaurios, marsupiales y plantas antiguas, lo que muestra que una variedad de vida diversificada lo prosperó. El descubrimiento de estos fósiles y el análisis de la geología del continente son aquellos que realmente desentrañan los secretos de la Antártida, revelando una historia mucho más compleja y convincente que cualquier título ficticio.