El mundo de la Fórmula 1 ha estallado en revuelo después de que Jos Verstappen emprendiera oficialmente acciones legales contra la FIA. El motivo: la muy criticada decisión de posponer el inicio del Gran Premio de Bélgica debido a la lluvia, una decisión que, según Verstappen, “claramente buscaba perjudicar a Max”.
Según Jos, Max Verstappen estaba en su mejor momento en condiciones de lluvia y tenía una ventaja significativa sobre sus competidores al salir directamente bajo la lluvia. En cambio, la FIA decidió posponer la carrera, a pesar de que la lluvia no era excesiva, y esperar a que el tiempo mejorara, una decisión que Verstappen afirma que fue deliberada.
“Max da lo mejor de sí bajo la lluvia. Todo el mundo lo sabe”, dijo Jos en una emotiva declaración. “La FIA esperó literalmente a que se secara para que otros pudieran alcanzarlo. Eso no es deporte. Es manipulación”.
Añadió:
La FIA es una vergüenza. No toman decisiones basadas en la seguridad, sino en la política y las preferencias. Si no hay cambios, Max dejará este deporte para siempre.
A las pocas horas de presentar la demanda, la FIA emitió un comunicado formal. En lugar de calmar la situación, este anuncio echó más leña al fuego. La FIA defendió su decisión afirmando que «la seguridad de los pilotos siempre es nuestra prioridad» y que «las condiciones meteorológicas eran peligrosas y el aplazamiento estaba justificado». Sin embargo, el comunicado no mencionó ninguna investigación sobre sesgo ni transparencia, que es precisamente lo que exigen los aficionados y los analistas.
Las reacciones fueron divididas, pero feroces. Miles de aficionados acudieron a las redes sociales para expresar su acuerdo con Jos Verstappen. Argumentaron que el retraso de la carrera no fue casualidad y que Max fue obstruido activamente.
Las críticas en el paddock aumentan. Algunos miembros del equipo y expilotos han hablado sobre una posible “política preferencial” dentro de la FIA. Un ingeniero anónimo de Red Bull comentó: “Si Max puede convertir la pole position en una carrera dominante en condiciones de lluvia, ¿por qué es frustrante? Parece que hay fuerzas en juego que intentan frenarlo”.
El caso podría tener importantes consecuencias para la confianza en la gestión de las carreras de Fórmula 1. Si se demuestra que la FIA efectivamente tomó decisiones estratégicas dirigidas a un piloto específico, socavaría los cimientos mismos del deporte.
Por ahora, la pelota está en manos de la FIA. La presión aumenta cada día. Una cosa está clara: esta acción legal de Jos Verstappen no es un simple arrebato emocional, sino una clara señal de que el descontento es profundo y que el futuro de Max en la Fórmula 1 está repentinamente en peligro.