En un sorprendente giro de los acontecimientos que ha sacudido al mundo de la Fórmula 1, Red Bull Racing ha decidido separarse oficialmente del director del equipo, Christian Horner, tras 20 años de colaboración. La noticia se conoció esta mañana y desató una ola de reacciones por parte de aficionados, medios de comunicación y expertos.
Christian Horner, quien se unió a Red Bull en 2005 y jugó un papel clave en la consolidación del equipo como una potencia de la F1, guió al equipo a múltiples títulos mundiales. Su salida marca el final de una era caracterizada por jugadas maestras estratégicas y victorias sensacionales.
Según fuentes del equipo, la decisión fue resultado de largas tensiones internas y desacuerdos con la dirección de Red Bull GmbH. Si bien no se dio ninguna razón oficial, circulan rumores sobre una lucha de poder y desacuerdos sobre la visión de futuro. Algunos incluso sugieren que la reciente reestructuración de Red Bull influyó.
Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la reacción de Max Verstappen. El vigente campeón del mundo, normalmente reservado fuera de la pista, publicó una contundente declaración en redes sociales en menos de una hora:
“Sin él, este equipo no es más que un nombre”.
Estas ocho palabras —directo, leal y emotivo— fueron un bombazo. La comunidad de la F1 estalló. Hashtags como #RechtVoorHorner y #RedBullCrisis dominaron rápidamente las listas de tendencias a nivel mundial.
Jos Verstappen, el padre de Max y ex piloto de carreras, permaneció en silencio durante horas antes de publicar un mensaje críptico en X:
“Hay cosas que no se pueden revertir, ni siquiera con velocidad”.
Esta declaración sugirió que había tensiones más profundas detrás de escena, posiblemente incluso entre Jos y algunos líderes de Red Bull.
La etapa de Horner en Red Bull se considera una de las más exitosas en la historia del deporte. Bajo su liderazgo, el equipo ganó seis Campeonatos de Constructores y siete Campeonatos de Pilotos. Su capacidad para interpretar a las personas y tomar decisiones le otorgó a Red Bull una posición única en el mundo de la F1.
En una entrevista exclusiva desde su casa de Oxfordshire, poco después de conocerse la noticia, Horner declaró:
«No me arrepiento. Hemos construido algo extraordinario. Si este es el final de este capítulo, que la historia lo cuente».
En cuanto al futuro de Red Bull, existe una gran preocupación sobre si el equipo podrá mantener su dominio sin Horner. Se mencionan nombres como Helmut Marko y Jonathan Wheatley como posibles sucesores, pero la situación parece frágil, especialmente ahora que la lealtad de Verstappen a Horner podría poner en peligro su propio futuro en el equipo.
Con Ferrari y Mercedes al acecho y el mercado de pilotos en vilo, una cosa parece segura: la Fórmula 1 en 2025 de repente se ha vuelto mucho más emocionante.