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La impactante declaración de Elon Musk sobre el descubrimiento de rastros de “coral” de mil millones de años en Marte por parte del Robot Optimus provocó controversia en la NASA sobre la hipótesis de que es “falsa”
Elon Musk, el visionario empresario detrás de SpaceX y Tesla, ha vuelto a captar la atención del mundo con una declaración sorprendente que ha desatado una intensa controversia en la comunidad científica, particularmente con la NASA. En un reciente mensaje publicado en la red social X, Musk afirmó que el Robot Optimus, desarrollado por Tesla, había encontrado evidencias de estructuras similares a “corales” de mil millones de años en la superficie de Marte. Esta declaración, que insinúa la posibilidad de vida antigua en el planeta rojo, ha generado un revuelo inmediato, con la NASA cuestionando la veracidad de las afirmaciones y calificándolas como “infundadas” y potencialmente “falsas”.
La declaración de Musk se basa en supuestas imágenes y datos recopilados por Optimus, un robot humanoide diseñado inicialmente para tareas industriales en la Tierra, pero que, según Musk, ha sido adaptado para explorar entornos extraterrestres. En su publicación, el magnate describió las estructuras como “formaciones coralinas fosilizadas”, sugiriendo que podrían ser evidencia de un ecosistema acuático primitivo que existió en Marte hace mil millones de años. Esta hipótesis, aunque fascinante, carece de respaldo científico verificable hasta el momento, lo que ha llevado a la NASA a emitir un comunicado oficial desmintiendo la información.
La agencia espacial estadounidense señaló que no hay registros de que el Robot Optimus haya sido desplegado en misiones marcianas, ni mucho menos que haya recopilado datos de esta magnitud. En su respuesta, la NASA enfatizó que las misiones actuales, como las llevadas a cabo por los rovers Perseverance y Curiosity, son las únicas fuentes oficiales de datos geológicos y biológicos de Marte. Además, la agencia destacó que cualquier afirmación sobre la presencia de vida fósil debe ser respaldada por un riguroso análisis científico, algo que, según ellos, las declaraciones de Musk no cumplen.
El debate se ha intensificado en las redes sociales, especialmente en X, donde los seguidores de Musk han defendido su postura, argumentando que su enfoque disruptivo podría estar revelando verdades que la NASA no está dispuesta a aceptar. Por otro lado, la comunidad científica ha expresado su preocupación por la difusión de información no verificada, que podría generar confusión en el público y desviar la atención de los esfuerzos legítimos para explorar Marte. Algunos expertos han señalado que las formaciones descritas por Musk podrían ser simplemente estructuras geológicas naturales, como depósitos minerales, que se asemejan a corales pero no tienen un origen biológico.
La controversia también ha reavivado el debate sobre el papel de las empresas privadas en la exploración espacial. SpaceX, liderada por Musk, ha logrado hitos significativos, como el desarrollo de cohetes reutilizables y planes para colonizar Marte. Sin embargo, críticos argumentan que afirmaciones sensacionalistas como esta podrían socavar la credibilidad de la investigación espacial privada. La NASA, por su parte, ha reiterado su compromiso con la colaboración con el sector privado, pero subrayó la importancia de mantener estándares científicos rigurosos.
Otro punto de discusión es la mención de “coral” en el contexto marciano. En la Tierra, los corales son estructuras biológicas creadas por organismos marinos, lo que implica la presencia de agua y vida. Si bien hay evidencia de que Marte albergó agua líquida en el pasado, la idea de que existieran ecosistemas complejos similares a los terrestres es considerada especulativa por los científicos. La comunidad científica insiste en que cualquier descubrimiento de este tipo requeriría pruebas contundentes, como análisis químicos detallados o imágenes de alta resolución, algo que las afirmaciones de Musk no han proporcionado hasta ahora.
Mientras tanto, Musk ha defendido su declaración, argumentando que sus empresas están trabajando en tecnologías que podrían revolucionar la exploración espacial. En un mensaje posterior, sugirió que Optimus podría estar equipado con sensores avanzados capaces de detectar patrones que los rovers tradicionales podrían haber pasado por alto. Sin embargo, no proporcionó detalles técnicos ni pruebas concretas, lo que ha alimentado aún más el escepticismo.
La controversia llega en un momento en que la exploración de Marte está en el centro de la atención mundial. Las misiones actuales buscan responder preguntas fundamentales sobre la posibilidad de vida en el planeta, y cualquier afirmación extraordinaria debe ser tratada con cautela. Por ahora, la comunidad científica espera que Musk o SpaceX presenten datos verificables para respaldar sus afirmaciones. Hasta entonces, la idea de “corales” marcianos permanece en el terreno de la especulación, dejando a la NASA y al público con más preguntas que respuestas.