La temporada 2025 de Fórmula 1 sigue sorprendiendo, y Ferrari, protagonista con la llegada de Lewis Hamilton, vuelve a estar en el punto de mira. Una revelación inesperada de Charles Leclerc ha conmocionado al paddock: el piloto monegasco ha descubierto una sorprendente anomalía en el monoplaza de su compañero Lewis Hamilton. Aún más preocupante, el director de Ferrari, Frédéric Vasseur, actuó exactamente como Leclerc había anticipado, confirmando los temores del piloto monegasco. Este incidente, ocurrido al margen del Gran Premio de España, plantea interrogantes sobre la dinámica interna de la Scuderia y los retos que enfrenta la dupla Hamilton-Leclerc.
El incidente se produjo tras la clasificación en Barcelona, donde Leclerc consiguió un alentador tercer puesto, mientras que Hamilton, en apuros, solo logró el octavo. Durante la sesión informativa posterior a la sesión, Leclerc observó datos de telemetría inusuales en el SF-25 de Hamilton. Según fuentes del equipo, el coche del británico presentaba una configuración aerodinámica ligeramente diferente, con un alerón delantero optimizado para aumentar la velocidad punta a costa del agarre en curvas lentas. Este descubrimiento sorprendió a Leclerc, quien ya había advertido expresamente a Vasseur, ya en los entrenamientos de invierno, que las configuraciones divergentes entre ambos pilotos podían comprometer el equilibrio del equipo. “Le dije a Fred que si empezábamos a personalizar los coches sin coordinación, perderíamos la cohesión”, declaró Leclerc a la prensa, visiblemente molesto.
Esta decisión técnica, validada por Vasseur, pretendía compensar las dificultades de Hamilton para adaptarse al SF-25. Tras más de una década en Mercedes, el siete veces campeón del mundo está teniendo dificultades para adaptarse al manejo del Ferrari, especialmente en cuanto a frenado y gestión de neumáticos. En el Gran Premio de China, Hamilton ya había sufrido un desgaste excesivo de neumáticos, agravado por una estrategia agresiva, mientras que Leclerc, más cómodo, había optimizado su configuración para preservar sus neumáticos. En Barcelona, el equipo intentó un enfoque audaz para Hamilton, con la esperanza de que aprovechara las largas rectas del circuito. Sin embargo, esta estrategia resultó contraproducente, ya que Hamilton se quejó de la falta de agarre y de un coche “impredecible”.
La decisión de Vasseur de favorecer una configuración específica para Hamilton reavivó las tensiones en Ferrari. Leclerc, quien había dominado a su compañero en las primeras cinco carreras de la temporada, esperaba un enfoque más unificado, especialmente tras la doble descalificación en China, donde los errores técnicos le costaron caro al equipo. Ese incidente, causado por un suelo demasiado desgastado en el coche de Hamilton y un peso incorrecto en el de Leclerc, ya había puesto de manifiesto las deficiencias en la gestión de la Scuderia. “Necesitamos trabajar juntos, no solos”, insistió Leclerc en aquel momento, un mensaje que parece haber pasado desapercibido.
Los analistas señalan que Vasseur, ante la presión de devolver a Ferrari a la cima tras 16 años sin un título, intenta compatibilizar los egos y estilos de ambos pilotos. Hamilton, con su experiencia, prefiere una configuración adaptada a su estilo de pilotaje, mientras que Leclerc, profundamente arraigado en la cultura Ferrari, prioriza la estabilidad y la consistencia. Esta divergencia ha provocado actuaciones desiguales: Leclerc ha sumado dos podios, incluyendo un segundo puesto en Mónaco, mientras que Hamilton solo ha brillado en el sprint, con una victoria en China. La Gazzetta dello Sport informa que Vasseur podría imponer órdenes de equipo en futuras carreras para establecer una jerarquía, una perspectiva que preocupa a los aficionados de Leclerc.
En redes sociales, las reacciones fueron feroces. “Charles merece ser líder, conoce el coche mejor que nadie”, escribió un seguidor en X, mientras que otro defendió a Hamilton: “Lewis necesita tiempo, es normal que pruebe”. Mientras tanto, Leclerc sigue centrado en la próxima carrera, con la esperanza de aprovechar la nueva directiva técnica sobre los alerones delanteros, que podría revolucionar la jerarquía. Vasseur, por su parte, restó importancia al incidente, afirmando que “los ajustes son parte del proceso”. Pero para Leclerc, este impactante descubrimiento es un duro recordatorio de los retos que le esperan a Ferrari en una temporada donde cada punto cuenta. Con McLaren dominando el campeonato, ¿podrá la Scuderia superar sus divisiones internas para volver a ser una fuerza dominante?