El Paris Saint-Germain (PSG) afronta una temporada ambiciosa, especialmente con la dirección de Luis Enrique y las principales estrellas del equipo. Entre ellas, se espera que Ousmane Dembélé, el astro francés que jugó con frecuencia en el Barcelona, sea un factor clave para que el equipo de la capital francesa conquiste el título de la UEFA Champions League. Sin embargo, una gran pregunta es: ¿podrán Dembélé y el PSG superar los duros desafíos para ganar el campeonato, o el sueño quedará inconcluso?
Dembélé llegó al PSG con un contrato espectacular, con grandes expectativas de la afición. Enrique cree que la velocidad, la técnica y la capacidad de Dembélé para generar cambios son factores que le permitirán brillar en los mejores partidos. Sin embargo, el camino hacia la Champions League no es fácil. El PSG, a pesar de contar con un equipo potente, a menudo tropezó en los momentos decisivos. Integrar a Dembélé y maximizar su potencial será vital. Si no lograba mantener un rendimiento estable o si una recaída le afectaba en el Barcelona, el PSG corría el riesgo de perder espacio ante rivales como el Real Madrid, el Manchester City o el Bayern de Múnich.
Una condición importante para que el PSG gane al campeón es que Dembélé se convierta en el líder del ataque. Necesita coordinarse con estrellas como Kylian Mbappé (si se queda) u otros debutantes para crear un ataque explosivo. Si Dembélé se quedara solo a la altura de los hombros, sin marcar la diferencia en las eliminatorias, el PSG tendría dificultades para romper las densas defensas de los grandes equipos. Además, Enrique necesita construir un sistema táctico que ayude a Dembélé a aprovechar sus puntos fuertes, limitando al mismo tiempo los errores personales que han sido criticados en el pasado.
Además, el éxito del PSG depende no solo de Dembélé, sino también de la estabilidad del equipo. El mediocampo necesita un buen control, mientras que la defensa debe evitar errores tontos. Si el PSG no logra mantener el equilibrio entre la carga de trabajo y la defensa, Dembélé, por muy excelente que sea, tendrá dificultades para remontar la situación. En última instancia, la suerte y los factores psicológicos tendrán un papel secundario en los partidos importantes.
Si Dembélé y el PSG no ganan la Champions League, será un duro golpe para las ambiciones del equipo. Sin embargo, con el talento de Dembélé y Enrique, la afición aún tiene derecho a esperar una temporada brillante, donde los sueños europeos se hagan realidad.