El Gran Premio de Imola 2025 marcó un punto de inflexión en la temporada de Fórmula 1, no solo por la victoria contundente de Max Verstappen, sino por el inesperado bajón de rendimiento del McLaren MCL39, el monoplaza que hasta ahora había dominado la parrilla con una superioridad aplastante. Durante las primeras carreras del año, McLaren había mostrado un ritmo imponente, dejando a sus rivales, como el tercer clasificado, a más de 30 segundos en circuitos como Miami. Sin embargo, en Imola, el MCL39 no fue ni la sombra de lo que solía ser. ¿Qué pasó? ¿Fue solo una cuestión de estrategia, condiciones de pista, o hay algo más detrás de esta caída? La respuesta podría estar en las nuevas directivas técnicas emitidas por la FIA justo antes de la carrera, lo que ha desatado una ola de especulaciones sobre posibles irregularidades en el coche de McLaren.
Días antes del GP de Imola, la FIA emitió tres directivas técnicas que han dado mucho de qué hablar. Según reportes, una de ellas, conocida como TD006A, se centra en el diseño de los carenados de las ruedas y el tratamiento de los neumáticos, mientras que otra aborda la flexibilidad del suelo del monoplaza. Estas normativas buscan cerrar las “zonas grises” en el reglamento que algunos equipos, incluido McLaren, podrían haber estado explotando para obtener ventajas competitivas. En particular, se ha señalado el innovador sistema de refrigeración de frenos de McLaren, que utiliza materiales de cambio de fase (PCM) para controlar la temperatura de los tambores de freno y evitar que el calor se transfiera a los neumáticos, mejorando así su rendimiento.
Red Bull, principal rival de McLaren en 2025, ha sido especialmente vocal sobre estas sospechas. Durante el GP de Miami, el equipo de Milton Keynes utilizó cámaras de imagen térmica para analizar el MCL39, observando áreas inusualmente frías en los conductos de freno traseros, lo que levantó sospechas de posibles trucos para enfriar los neumáticos, una práctica que la FIA prohibió hace años tras el famoso “Watergate” de Red Bull. Sin embargo, tras una inspección exhaustiva post-carrera en Miami, la FIA confirmó que el coche de Oscar Piastri cumplía con las regulaciones, lo que parecía disipar las dudas. Pero el rendimiento de McLaren en Imola, donde Verstappen.
El Gran Premio de Imola 2025 marcó un punto de inflexión en la temporada de Fórmula 1, no solo por la victoria contundente de Max Verstappen, sino por el inesperado bajón de rendimiento del McLaren MCL39, el monoplaza que hasta ahora había dominado la parrilla con una superioridad aplastante. Durante las primeras carreras del año, McLaren había mostrado un ritmo imponente, dejando a sus rivales, como el tercer clasificado, a más de 30 segundos en circuitos como Miami. Sin embargo, en Imola, el MCL39 no fue ni la sombra de lo que solía ser. ¿Qué pasó? ¿Fue solo una cuestión de estrategia, condiciones de pista, o hay algo más detrás de esta caída? La respuesta podría estar en las nuevas directivas técnicas emitidas por la FIA justo antes de la carrera, lo que ha desatado una ola de especulaciones sobre posibles irregularidades en el coche de McLaren.
Días antes del GP de Imola, la FIA emitió tres directivas técnicas que han dado mucho de qué hablar. Según reportes, una de ellas, conocida como TD006A, se centra en el diseño de los carenados de las ruedas y el tratamiento de los neumáticos, mientras que otra aborda la flexibilidad del suelo del monoplaza. Estas normativas buscan cerrar las “zonas grises” en el reglamento que algunos equipos, incluido McLaren, podrían haber estado explotando para obtener ventajas competitivas. En particular, se ha señalado el innovador sistema de refrigeración de frenos de McLaren, que utiliza materiales de cambio de fase (PCM) para controlar la temperatura de los tambores de freno y evitar que el calor se transfiera a los neumáticos, mejorando así su rendimiento.
Red Bull, principal rival de McLaren en 2025, ha sido especialmente vocal sobre estas sospechas. Durante el GP de Miami, el equipo de Milton Keynes utilizó cámaras de imagen térmica para analizar el MCL39, observando áreas inusualmente frías en los conductos de freno traseros, lo que levantó sospechas de posibles trucos para enfriar los neumáticos, una práctica que la FIA prohibió hace años tras el famoso “Watergate” de Red Bull. Sin embargo, tras una inspección exhaustiva post-carrera en Miami, la FIA confirmó que el coche de Oscar Piastri cumplía con las regulaciones, lo que parecía disipar las dudas. Pero el rendimiento de McLaren en Imola, donde Verstappen logró una ventaja significativa, ha reavivado las especulaciones. ¿Podrían estas directivas haber afectado más de lo esperado al MCL39?
El director del equipo McLaren, Andrea Stella, ha sido categórico al afirmar que las directivas técnicas no han influido en el rendimiento del equipo en Imola. “Espero que en el futuro haya más de estas sagas, porque significa que nuestros rivales están enfocándose en las cosas equivocadas, y eso es solo una buena noticia para nosotros”, comentó Stella en la conferencia de prensa del viernes en Imola. Según él, el diseño del MCL39 no se vio alterado por las nuevas normativas, y el bajón de rendimiento se debió más a las características del circuito y a la estrategia, como el hecho de que Piastri quedó atrapado en tráfico tras su parada en boxes y no tenía neumáticos frescos tras el coche de seguridad. Sin embargo, las sospechas persisten, especialmente tras reportes de que la FIA confiscó partes del MCL39 para una investigación más profunda tras Imola.