Tras semanas de especulación y silencio, Mariana Azevedo, esposa del director ejecutivo de Byron Technologies, Andy Byron, ha decidido hablar públicamente sobre el escándalo que ha sacudido la vida corporativa y personal de la compañía. El caso, que atrajo la atención nacional tras la revelación de una escena comprometedora en “Kisscam” durante un concierto de Coldplay, reveló una relación íntima entre el director ejecutivo y la directora de recursos humanos, Kristin Cabot. Ahora, Mariana afirma que no solo su matrimonio fue destruido, sino que toda la compañía fue, en sus propias palabras, “asumida por una traición orquestada y silenciosa”.
La grabación de Kisscam, que mostraba a Andy y Kristin en un ambiente íntimo, se viralizó rápidamente en redes sociales y causó malestar entre los accionistas y empleados de Byron Technologies. Según Mariana, eso fue solo la punta del iceberg. En su primera entrevista oficial, declaró que ya sospechaba de la relación entre su esposo y el ejecutivo, pero nunca imaginó que, detrás de ella, se escondía un intento deliberado de reestructuración interna que favorecía los intereses personales de la pareja.
Mariana, quien también formó parte de la junta directiva de la empresa hasta que estalló el escándalo, revela que fue destituida repentinamente de sus funciones sin justificación clara. “No solo querían ocupar mi lugar como esposa, sino también silenciar mi voz dentro de la empresa que ayudé a construir desde el primer día”, dijo conmovida.
Documentos internos e intercambios de correos electrónicos confidenciales, afirmó, indican que importantes decisiones estratégicas se tomaban a puerta cerrada, a menudo ignorando las opiniones de la junta directiva. «Kristin no solo le robó a mi esposo. Sabía, de forma fría y calculada, cómo asumir posiciones de poder e influencia, llegando incluso a controlar aspectos esenciales de la operación», afirmó Mariana.
La esposa traicionada ahora promete llevar todo a los tribunales y también a las agencias reguladoras. Se está preparando una demanda formal, y Mariana está cooperando con una investigación independiente que indaga sobre posible abuso de poder, favoritismo personal y malversación de responsabilidades dentro de la empresa.
En medio de la turbulencia, Byron Technologies no ha emitido ninguna declaración oficial, limitándose a afirmar que «los asuntos personales no afectan las decisiones corporativas». Sin embargo, fuentes internas indican un clima de tensión e inseguridad entre empleados e inversores.
Mariana, por su parte, afirma que no se trata solo de una venganza personal, sino de un esfuerzo por restaurar la integridad de una empresa que, según ella, se fundó sobre valores que ahora se están corrompiendo. «Esta vez no me callaré», concluyó.