Max Verstappen tuvo un fin de semana lleno de acontecimientos en el Gran Premio de Miami en mayo de 2025, tanto dentro como fuera de la pista. El cuatro veces campeón del mundo de Fórmula 1, que consiguió la pole position pero sólo terminó cuarto en la carrera, habló con franqueza sobre sus frustraciones con el Red Bull RB21. En una entrevista con De Telegraaf después de la carrera, admitió que el coche “no se sentía equilibrado” y que un error en la parada en boxes redujo sus posibilidades de terminar en el podio. Pero cuando regresó a Mónaco, la llegada de su hija recién nacida Lily y el apoyo de su novia Kelly Piquet lo ayudaron a poner su decepción en perspectiva. “En casa con Lily y Kelly, todo parecía más ligero”, dijo, ofreciendo una visión poco común de su vida privada.
La carrera en Miami fue un desafío para Verstappen. A pesar de una impresionante sesión de clasificación, en la que superó a Lando Norris por 0,065 segundos, tuvo problemas técnicos. Una penalización de 10 segundos por una parada en boxes insegura lo dejó en el puesto 17 en la carrera sprint, y en la carrera principal terminó 34 segundos detrás de Oscar Piastri de McLaren. En X, los aficionados expresaron sus preocupaciones, con una publicación que decía: «Max se merece un coche mejor. Red Bull tiene que solucionar esto». El propio Verstappen fue crítico, pero sensato: «Tenemos que ser realistas sobre nuestras limitaciones. McLaren fue simplemente demasiado fuerte». Su cuarto puesto, detrás de Norris, Piastri y George Russell, marcó un raro momento en el que no estuvo en el podio.
Sin embargo, el hito personal del nacimiento de Lily, justo antes del fin de semana de carrera, trajo una nueva dimensión a la vida de Verstappen. El 2 de mayo de 2025, él y Kelly Piquet anunciaron la llegada de su hija a través de Instagram, con una emotiva foto en blanco y negro y el siguiente texto: «Bienvenida al mundo, dulce Lily. Nuestros corazones están más llenos que nunca». Red Bull confirmó que Verstappen se perdió la jornada de prensa del jueves para asistir al nacimiento en Mónaco, pero su jet privado aterrizó a tiempo para la práctica del viernes. Los fans de X elogiaron su dedicación, con una publicación que decía: «Max sale desde la pole y se convierte en padre en una semana. ¡Qué héroe!». Los amigos de Kelly estuvieron presentes en Miami con carteles humorísticos celebrando su paternidad, lo que llevó a Piquet a responder en Instagram con una palabra: “Legendario”.
El papel de Verstappen como padre no parece haber afectado a su concentración. En Miami, refutó las especulaciones de que la paternidad lo frenaría, y le dijo a ESPN: “Lily claramente no me ha frenado”. El director del equipo Red Bull, Christian Horner, elogió su resistencia mental y señaló que la llegada de Lily lo ha llevado “a un nivel superior”. Horner incluso bromeó sobre los “increíbles genes” de Lily, refiriéndose a la herencia de carreras de Verstappen y Piquet, hija del tres veces campeón Nelson Piquet. El propio Verstappen comparó el acto de sostener a su hija con “un pollo envasado en el supermercado”, un comentario humorístico que subrayó su carácter realista.
En su casa de Mónaco, Verstappen encontró la paz con Kelly y Lily, así como con la hija de Kelly, Penélope, de quien ha sido padrastro durante muchos años. En declaraciones a GPblog, explicó que su experiencia con Penélope le ayudó a facilitar la transición a la paternidad: «No es un shock repentino. Ya me he acostumbrado». Kelly, quien se perdió carreras recientes debido a su embarazo, lo apoyó en las redes sociales, con publicaciones regulares celebrando sus éxitos. Su presencia, junto con la llegada de Lily, proporcionó a Verstappen un ancla emocional después de un fin de semana decepcionante.
Mientras Red Bull lucha con desafíos técnicos y McLaren domina, Verstappen se mantiene tercero en el campeonato, detrás de Piastri y Norris. Con el Gran Premio de Emilia-Romaña a la vista, los fanáticos esperan mejoras para el RB21. Pero para Verstappen, Miami fue más que una carrera: fue una semana en la que mostró tanto su fuerza como su vulnerabilidad. “Lily y Kelly están bien”, dijo sonriendo. Mientras se prepara para la próxima carrera, no sólo lleva consigo las expectativas de un campeón, sino también el orgullo de un nuevo padre.