El Gran Premio de Austria de 2025, celebrado el 29 de junio en el Red Bull Ring, estuvo marcado por un espectacular incidente en la primera vuelta que involucró a dos figuras clave de la Fórmula 1: el cuatro veces campeón del mundo Max Verstappen y el debutante de Mercedes, Kimi Antonelli. La colisión, que puso fin a la carrera prematuramente para ambos pilotos, desató una acalorada polémica, en particular debido a la sanción impuesta a Antonelli por la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Max Verstappen, conocido por su franqueza, no ocultó su descontento con lo que consideró una sanción excesivamente leve, mientras que el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, reaccionó con firmeza, poniendo fin al debate abruptamente.
El incidente ocurrió en la curva 3, una curva técnica y cerrada del circuito austriaco. Kimi Antonelli, que había salido desde la novena posición, intentó mantener su posición en la parrilla. Sin embargo, al frenar tarde para evitar una colisión con los Racing Bulls de Liam Lawson, bloqueó las ruedas traseras y perdió el control de su Mercedes. Su coche impactó entonces contra la parte trasera del Red Bull de Verstappen al salir de la curva. Los daños causados por la colisión obligaron a ambos pilotos a retirarse, poniendo fin a sus aspiraciones de sumar puntos en una carrera crucial del campeonato. Verstappen, entonces tercero en la clasificación de pilotos, vio aumentar su ventaja sobre el líder, Oscar Piastri, a 61 puntos, un duro golpe para su aspiración a un quinto título mundial.
Tras el incidente, los comisarios de la FIA revisaron las imágenes y citaron a Antonelli a una audiencia. El veredicto, emitido más tarde ese mismo día, impuso una penalización de tres puestos en la parrilla de salida para el siguiente Gran Premio en Silverstone, así como dos puntos de penalización en su Súper Licencia. Aunque Antonelli reconoció su error y se disculpó públicamente con Verstappen y su equipo, la sanción enfureció inmediatamente al holandés. En una entrevista con Canal+, Verstappen expresó su desacuerdo, calificando la decisión de la FIA de “demasiado leve” e “injusta” dadas las consecuencias del accidente. “¿Perdí una oportunidad de sumar puntos importantes y él se sale con la suya con una penalización de tres puestos? ¡Es ridículo!”, dijo, visiblemente frustrado. También recalcó que, si bien no le guardaba rencor personal a Antonelli, la FIA debería imponer sanciones más severas para evitar que se repitan incidentes similares.
Estas duras críticas provocaron rápidamente la reacción del presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem. En una rueda de prensa al día siguiente, defendió la decisión de los comisarios, afirmando que la sanción era proporcional al error cometido. «Los comisarios han analizado el incidente desde todos los ángulos. Antonelli es un piloto joven, en su primera temporada, y ha reconocido su culpa. La sanción es justa y se ajusta al reglamento», declaró. A continuación, dirigiéndose directamente a los comentarios de Verstappen, añadió: «Los pilotos deberían centrarse en su pilotaje y no en criticar las decisiones de los árbitros. Si todo el mundo empieza a cuestionar el reglamento, ¿adónde vamos?». Esa mordaz respuesta pareció poner fin al debate, ya que Verstappen optó por no escalar la tensión y prefirió centrarse en la siguiente carrera.
Esta disputa entre Verstappen y la FIA recuerda tensiones previas entre el piloto neerlandés y el organismo rector del deporte. En septiembre de 2024, Verstappen ya había sido noticia al protestar contra una sanción por comentarios considerados vulgares en una rueda de prensa, llegando incluso a boicotear parcialmente una sesión de prensa. Esta vez, aunque expresó su descontento, adoptó una actitud más mesurada, quizás consciente de que prolongar la confrontación podría costarle caro. Por su parte, Antonelli, de tan solo 18 años, intentó pasar página, declarando: «Fue un gran error por mi parte, pero necesito aprender de ello y seguir adelante».
El incidente también ha reavivado el debate en el paddock sobre la imparcialidad de las sanciones en la Fórmula 1. Algunos pilotos, como Lando Norris, han apoyado a Verstappen, creyendo que la FIA a veces toma decisiones inconsistentes. Otros, sin embargo, han acogido con satisfacción la indulgencia con Antonelli, argumentando que un piloto joven no debería ser castigado con demasiada severidad por un error en carrera. Esta controversia, lejos de resolverse, promete alimentar el debate en el próximo Gran Premio de Gran Bretaña, donde todas las miradas estarán puestas en Verstappen y Antonelli. Para el holandés, el reto será doble: recuperarse deportivamente y, al mismo tiempo, evitar nuevos conflictos con la FIA.