💣Un mal día para Redbull cuando el presidente de la FIA le dio un CASTIGO OFICIAL a Max Verstappen luego de lo grabado en la RADIO del corredor, dejando indefenso al jefe Horner!!
En un dramático giro de los acontecimientos en el Gran Premio de Austria del 29 de junio de 2025, Red Bull Racing afrontó uno de sus días más oscuros en la historia reciente. El piloto estrella del equipo, Max Verstappen, recibió una severa sanción de la FIA tras un acalorado intercambio de mensajes por radio que desató una gran polémica. La decisión, anunciada por el presidente de la FIA, no solo ha empañado la carrera de casa de Red Bull, sino que también ha dejado al director del equipo, Christian Horner, lidiando con las consecuencias, incapaz de proteger a su piloto de las consecuencias. Este incidente, sumado a una catastrófica colisión en pista, ha sumido al equipo en una crisis, planteando dudas sobre el futuro de Verstappen y las aspiraciones de Red Bull al campeonato.
El problema comenzó en la primera vuelta en el Red Bull Ring, donde Verstappen, que salía séptimo, chocó con el novato de Mercedes, Kimi Antonelli, en la curva 3. Antonelli, bloqueando sus neumáticos traseros, impactó el coche de Verstappen, obligando a ambos pilotos a retirarse de la carrera. Esto marcó el primer DNF (no terminó) de Verstappen en 31 carreras, un golpe significativo para el cuatro veces campeón del mundo, quien ha sido la pieza clave de Red Bull en una desafiante temporada 2025. Antonelli asumió la responsabilidad de inmediato, disculpándose por la radio del equipo y luego visitando el hospitality de Red Bull para enmendar la situación. Sin embargo, los comisarios de la FIA fueron implacables, sancionando a Antonelli con dos puntos y una pérdida de tres puestos en la parrilla para su próxima carrera, considerándolo completamente culpable.
Si bien la colisión en sí fue un revés, fue la reacción de Verstappen por la radio del equipo la que desató la polémica. Frustrado por el incidente y los problemas de Red Bull, Verstappen desató una diatriba plagada de improperios, que según se informa incluían frases como “¿Qué demonios?” y “Esto es una mierda”. El arrebato fue grabado en directo y circuló rápidamente por internet, generando fuertes críticas tanto de aficionados como de expertos. Algunos defendieron la cruda emoción de Verstappen, citando el ambiente de alta presión de la Fórmula 1, mientras que otros condenaron su falta de profesionalismo, especialmente dadas sus advertencias previas por un comportamiento similar. El año pasado, Verstappen fue condenado a realizar servicio comunitario por insultar durante una rueda de prensa en Singapur, una sanción que ya lo había puesto bajo escrutinio.
La FIA, alegando infracciones del código deportivo de 2025 que prohíbe “palabras, hechos o escritos que causen daño moral” a la organización, actuó con rapidez. En una medida sin precedentes, el presidente de la FIA anunció una sanción oficial, añadiendo dos puntos a la superlicencia de Verstappen, elevando su total a 13, solo un punto por encima del umbral de una carrera de suspensión automática. Esta decisión garantiza que Verstappen se pierda el próximo Gran Premio de Gran Bretaña, un golpe devastador para Red Bull, que ya se encuentra en cuarta posición en la clasificación de constructores. La sanción también incluyó una multa de 10.000 €, agravando aún más los problemas del equipo. Christian Horner, visiblemente afectado, calificó la decisión de la FIA de “excesiva”, argumentando que el incidente en pista ya se había abordado con la sanción de Antonelli. Sin embargo, sus súplicas cayeron en saco roto, dejándolo sin poder revertir la decisión.
Esta última sanción llega en un momento delicado para Verstappen, quien ya se encontraba en una situación delicada con 11 puntos de penalización por un choque previo con George Russell en el Gran Premio de España. Ese incidente, en el que Verstappen fue considerado responsable de una colisión, desató tensiones entre Red Bull y Mercedes, con Horner acusando a los rivales de “astucia” para provocar la suspensión de Verstappen. El incidente del GP de Austria solo ha alimentado las especulaciones sobre el futuro de Verstappen, con rumores que lo vinculan con Mercedes intensificándose. El expiloto de F1 Juan Pablo Montoya sugirió recientemente que Verstappen, ante un monoplaza de Red Bull de bajo rendimiento y tensiones internas en el equipo, podría considerar fichar por Mercedes para 2026, especialmente con su prometedora recuperación y la nueva normativa de motores en el horizonte.
Para Red Bull, el GP de Austria fue un desastre en múltiples aspectos. Además del abandono de Verstappen, su compañero de equipo Yuki Tsunoda terminó último, lo que pone de manifiesto los problemas del equipo con el rendimiento del RB21. Horner, quien se había mostrado optimista sobre las mejoras para la carrera de casa, ahora se enfrenta a la abrumadora tarea de reemplazar a Verstappen en Silverstone. El piloto reserva Ayumu Iwasa y Liam Lawson e Isack Hadjar, de Racing Bulls, son posibles candidatos, aunque también se ha mencionado a Arvid Lindblad, de 17 años, a la espera de una dispensa especial de la FIA. La advertencia de Horner a Verstappen de “mantenerlo limpio” en Austria fue ignorada, y las consecuencias podrían cambiar el equilibrio de poder en un campeonato muy disputado, con Oscar Piastri, de McLaren, aventajando a Verstappen por 49 puntos.
Mientras Red Bull se recupera, la firme postura de la FIA envía un mensaje claro sobre la importancia de imponer la disciplina, incluso para un piloto del calibre de Verstappen. Para Horner, el reto ahora es animar a su equipo y sortear la tormenta, pero con Verstappen de baja y la moral por los suelos, el camino por delante se presenta peligroso. Las consecuencias de este “día desastroso” probablemente resonarán en el paddock, moldeando la narrativa de la temporada 2025.