El Gran Premio de Mónaco de 2025 no solo ofreció espectáculo en la pista, sino también fuera de ella, gracias al impresionante superyate de Max Verstappen, ‘Unleash the Lion’. Botado por Overmarine durante las vacaciones de invierno, el Mangusta GranSport 33 de 33 metros ocupa un lugar destacado en el puerto de Montecarlo y atrae la atención de cualquiera que visite las carreras de Fórmula 1 este fin de semana. El yate, que fue inspeccionado por Verstappen y su socio Kelly Piquet en enero, puede albergar a 12 invitados en cinco lujosas cabinas y tres cabinas adicionales para la tripulación. Con múltiples áreas de descanso, un espacioso solárium y un exclusivo club de playa en la parte trasera para acceso directo al agua, es un epítome del lujo y la comodidad. Los costes de mantenimiento anuales de unos 739.000 euros subrayan el estatus de élite de esta máquina, que se adapta perfectamente al glamour de Mónaco, cerca de la casa de Verstappen y con el hermoso clima como ventaja.

El yate se roba el espectáculo entre los súper ricos y celebridades que muestran su riqueza durante el Gran Premio. El puerto de Mónaco, un punto de encuentro para los yates de lujo, se llena de embarcaciones extravagantes este fin de semana, pero ‘Unleash the Lion’ destaca por su elegante diseño e instalaciones únicas. El club de playa, una incorporación poco común, ofrece a los huéspedes una experiencia inigualable para nadar y relajarse, adaptándose perfectamente al estilo de vida del cuatro veces campeón del mundo. Aunque el coste exacto del yate varía según las modificaciones, se estima que representa una inversión de decenas de millones de euros, una suma que Verstappen, con sus ingresos estimados de 78 millones de euros en 2025, puede permitirse fácilmente.

Sin embargo, al volante de su Red Bull, Verstappen se mostró menos convincente este fin de semana. En la primera sesión de entrenamientos libres (FP1) del viernes terminó segundo con un tiempo de 1:11.964, detrás de Charles Leclerc, que dominó la sesión a pesar de una terrible colisión con Lance Stroll. Lewis Hamilton también estuvo involucrado en un incidente, lo que hizo que la sesión fuera más emocionante. Sin embargo, Verstappen expresó por radio su descontento con el equilibrio del coche, una señal de que Red Bull todavía tiene trabajo por hacer. Los segundos entrenamientos libres (FP2) fueron aún más complicados para el holandés. Marcó sólo el décimo tiempo más rápido, 0,713 segundos por detrás del mejor tiempo de Leclerc, de 1:11.355, lo que sólo aumentó su frustración. Calificó la sesión de “pesadilla” y señaló problemas de agarre, especialmente en las curvas cerradas de Mónaco.


Si bien su persecución llama la atención, Verstappen tiene problemas con el rendimiento del RB21, que rinde menos en este tipo de circuitos de baja velocidad. Las nuevas reglas para 2025, como las dos paradas obligatorias en boxes y los neumáticos más blandos, parecen favorecer a Ferrari y McLaren, mientras que Red Bull se queda atrás. Pese a ello, Verstappen sigue centrado en una buena sesión de clasificación, crucial en una pista donde adelantar es casi imposible. Su anuncio a principios de esta semana sobre una posible ruptura o traslado después de esta temporada añade una capa extra de intriga, especialmente con el apoyo de su padre Jos, quien destacó la presión sobre Red Bull.

A pesar de su mediocre comienzo en pista, la presencia de Verstappen en Mónaco derrocha confianza, en parte gracias a ‘Unleash the Lion’. El yate, que refleja su lema personal, simboliza su éxito y estilo de vida fuera de la Fórmula 1. Si bien tanto aficionados como rivales admiran su adquisición náutica, la pregunta sigue siendo si podrá recuperar su forma para la carrera del domingo 25 de mayo de 2025. Por ahora, el yate es un ganador discreto mientras Verstappen se prepara para una batalla por recuperar su posición en medio del brillo y el glamour de Mónaco.