En un sorprendente giro de los acontecimientos, la estrella del fútbol estadounidense Megan Rapinoe anunció que abandonará Estados Unidos y planea regresar. La atleta de 38 años, conocida por su activismo dentro y fuera del campo, hizo una declaración emotiva que sorprendió a los fanáticos y a los críticos por igual. Con la declaración “sin respeto, amigos míos”, Rapiee no sólo provocó un frenesí mediático sino que también planteó importantes preguntas sobre el estado del respeto, la igualdad y la vida pública en la comunidad.
La decisión de Mega Rapiee de abandonar los Estados Unidos es más que simplemente dejar la comunidad que siempre ha llamado hogar: es una declaración audaz sobre los desafíos que ha enfrentado a lo largo de su carrera y la creciente desilusión que siente con la forma en que ella y otros como ella han sido tratados.
En su despedida, Rapioe no tuvo reparos en reconocer que años de activismo público, luchando por la justicia social y defendiendo los derechos LGBTQ+ la hicieron sentir más marginada que nunca. “Luché por los derechos de los demás, pero ¿dónde está el respeto hacia mí?” Ella preguntó, con la voz temblorosa por la emoción. Soy judía. No puedo quedarme en un lugar donde no me valoran.
Para Rapioe, ha sido una carrera llena de altibajos, desde ganar la Copa Mundial Femenina de 2019 hasta adoptar posturas firmes contra el racismo, la desigualdad y la brutalidad policial. Pero no fue fácil. El escrutinio de los medios, los trolls e incluso algunos políticos la han convertido a menudo en una figura divisiva. Si bien tiene una gran base de seguidores que admiran su valentía y activismo, hay un segmento significativo del público estadounidense que considera su postura divisiva.
La vida de Rapiële siempre ha sido una vida de activismo. Desde Königsdorf hasta la defensa de Coliß Kaeperßick y sus feroces desafíos a los líderes políticos, su carrera estuvo marcada por un fuerte compromiso con la libertad. Pero con este compromiso vino la reacción. Muchos críticos la etiquetaron de afroamericana o de “Beholden”, acusándola de faltarle el respeto a la comunidad que tanto le ha dado. Para Rapiële, esta hostilidad ingrata parece haberle pasado factura.
“La gente piensa que les debo algo”, escribió Rapiële en una publicación en las redes sociales. Creen que, como lo logré, debería estar agradecido y callarme. Pero si lo das todo a una comunidad, a un caso, ¿y aun así no lo devuelves? Ahí es donde describo la mentira.
Su decisión de abandonar la organización, según fuentes cercanas a Rapinoe, no fue sólo una respuesta a los comentarios negativos que recibió, sino una respuesta a un Estados Unidos cada vez más polarizado. Ella sintió que, a pesar de sus esfuerzos por unir a la gente, su mensaje de autenticidad fue distorsionado y malinterpretado por muchos que se negaron a mirar más allá de sus burbujas ideológicas.
Megan Rapinoe luce abatida junto a su prometido Sue Bird mientras regresa a Nueva York con botas protectoras luego de la boda de las ex compañeras de equipo de Reign, Jess Fishlock y Tziarra King, en Gales. Daily Mail en línea
Como una de las futbolistas más famosas de la historia, se espera que la salida de Mega Rapinoe de los EE. UU. resuene en todo el mundo. Ha pasado años siendo un símbolo del empoderamiento de las mujeres, los derechos LGBTQ+ y la justicia racial. Pero aunque pueda estar alejándose de su comunidad, su activismo y el movimiento Rapie no se limitan a los Estados Unidos. Se le ha pedido que explore oportunidades internacionales, y hay informes que sugieren que podría centrarse en casos en el extranjero que se ajusten mejor a su visión del mundo en evolución.
En su mensaje de despedida, Rapipoe dejó claro que llevaría su lucha por la justicia a un escenario global. No quiero estar desconectado de mis responsabilidades. Elijo vivir en un lugar que respete mi identidad y mi experiencia.