El 6 de junio de 2025, a las 2:53 PM hora de Indochina, las acciones de Tesla se desplomaron más de un 8% en apenas dos horas, sacudiendo los mercados financieros tras la intensificación de la disputa pública entre el CEO de Tesla, Elon Musk, y el presidente Donald Trump. La caída, descrita como un colapso por analistas, se desencadenó por el enfrentamiento entre ambos, cuya relación, antes vista como una alianza poderosa, se ha fracturado irremediablemente. La reacción de Musk, amplificada en la plataforma X, ha desatado pánico entre los inversores y ha puesto en riesgo la estabilidad de Tesla.

El conflicto comenzó cuando Musk criticó ferozmente un proyecto de ley de gasto respaldado por los republicanos, calificándolo en X como una “abominación repugnante” y desafiando directamente el apoyo de Trump a la medida. La tensión escaló cuando Musk insinuó, sin pruebas, que el nombre de Trump aparece en los archivos no publicados de Jeffrey Epstein, una acusación explosiva que desató una tormenta en las redes sociales. Trump respondió acusando a Musk de sufrir “síndrome de aversión a Trump” y sugiriendo posibles investigaciones sobre los contratos federales de las empresas de Musk, como Tesla y SpaceX. Esta amenaza avivó los temores de los inversores, que comenzaron a vender acciones masivamente.
Los datos del mercado reflejan la magnitud del desplome: el precio de las acciones de Tesla cayó de $420.15 a $386.50 en el lapso de dos horas, borrando miles de millones en valor de mercado. El volumen de negociación se disparó, evidenciando una venta masiva impulsada por la incertidumbre sobre el futuro de Tesla en un contexto de hostilidad política. En X, los usuarios expresaron consternación, con algunos inversores cuestionando la decisión de Musk de priorizar batallas políticas sobre la gestión de su empresa. Otros señalaron que la salida de Musk como asesor especial del Departamento de Eficiencia Gubernamental intensifica los riesgos para los contratos federales de Tesla.
El enfrentamiento tiene raíces más profundas. Musk ha utilizado su influencia en X para movilizar a la base republicana contra Trump, generando divisiones dentro del partido. Informes de una reunión de crisis en la Oficina Oval revelan que Trump está lidiando con la pérdida de apoyo entre sus seguidores, mientras Musk capitaliza su imagen de outsider. La Casa Blanca, a través de la secretaria de prensa Karoline Leavitt, calificó las acusaciones de Musk como “distracciones desafortunadas”, pero no logró calmar los mercados.
A medida que la crisis continúa, los analistas advierten que la volatilidad de Tesla podría persistir si no se resuelve el conflicto. La colisión entre Musk y Trump no solo ha sacudido Wall Street, sino que también destaca los riesgos de mezclar liderazgo corporativo con enfrentamientos políticos. Con Musk avivando el fuego en X y Trump contraatacando, el futuro de Tesla pende de un hilo, mientras los inversores observan con nerviosismo los próximos movimientos de estos dos titanes.