En una historia que ha emocionado al mundo, Roger Federer y su esposa, Mirka Vavrinec, están nuevamente en el centro de atención por un acto de bondad que realizaron hace 15 años y que ahora ha resurgido con fuerza. En una fría noche de invierno, la pareja encontró a un niño abandonado, hambriento y temblando en las calles de Basilea, y decidió cambiar su destino. Hoy, ese pequeño se ha transformado en un joven fuerte, famoso y radiante, cuya identidad y conmovedor gesto han dejado al mismísimo Federer, el 20 veces campeón de Grand Slam, en lágrimas. Este relato de humanidad y conexión ha desatado una ola de emociones en las redes sociales y ha recordado al mundo por qué Federer es mucho más que una leyenda del tenis.
Hace 15 años, en 2010, Roger y Mirka, entonces una pareja joven en los albores de su matrimonio, se toparon con una escena desgarradora mientras paseaban por Basilea, su ciudad natal. Un niño de apenas 7 años, desaliñado y visiblemente desnutrido, estaba solo en un callejón, buscando refugio del frío. Sin dudarlo, la pareja lo acogió, ofreciéndole comida, abrigo y, finalmente, un hogar temporal. Según fuentes cercanas, Federer y Mirka trabajaron con organizaciones locales para garantizar que el pequeño, identificado solo como “Alejandro” por privacidad, tuviera acceso a una educación, atención médica y un entorno seguro.
La pareja no solo le brindó ayuda inmediata, sino que mantuvo contacto con Alejandro a lo largo de los años, apoyándolo a través de su Fundación Roger Federer, que se dedica a proyectos educativos para niños desfavorecidos. Este acto de generosidad, mantenido en privado durante más de una década, salió a la luz recientemente cuando Alejandro, ahora un joven de 22 años, decidió compartir su historia en un evento benéfico en Suiza.
Alejandro, descrito como carismático y lleno de vida, se ha convertido en una figura emergente en el mundo del arte y la música. Su talento como violinista lo ha llevado a escenarios internacionales, donde su historia de superación ha inspirado a miles. Durante el evento benéfico, organizado por la Fundación Roger Federer en Zúrich, Alejandro tomó el escenario para rendir homenaje a la pareja que cambió su vida. Con un discurso emotivo, reveló cómo el apoyo de Roger y Mirka le dio la fuerza para superar las adversidades y perseguir sus sueños.
“Sin Roger y Mirka, no estaría aquí hoy,” dijo Alejandro, con la voz quebrada por la emoción. “Me dieron un hogar, pero más que eso, me dieron esperanza. Son mi familia, no por sangre, sino por amor.” Estas palabras, pronunciadas frente a una audiencia que incluía a Federer, Mirka y sus cuatro hijos, dejaron al tenista suizo en lágrimas, un momento raro para un hombre conocido por su compostura.
El clímax del evento llegó cuando Alejandro dedicó una pieza musical original a Federer, titulada Estrella de Basilea, en honor al hombre que lo rescató. La melodía, una mezcla de intensidad y ternura, resonó en el auditorio, y las cámaras captaron a Federer secándose las lágrimas mientras abrazaba a Mirka. Los asistentes, incluidos amigos cercanos como Rafael Nadal y Serena Williams, también se emocionaron. Nadal, presente en el evento, comentó en X: “Roger y Mirka son un ejemplo de lo que significa ser humano. Esto es más grande que el tenis.”
El gesto de Alejandro no solo conmovió a los presentes, sino que se volvió viral en redes sociales. En X, el hashtag #FedererAlejandro se convirtió en tendencia mundial, con miles de fans elogiando la humanidad de Federer. “Esto es por lo que amo a Roger, no solo es un campeón en la cancha, sino en la vida,” escribió un usuario. Otro añadió: “Alejandro es la prueba de que un pequeño acto de bondad puede cambiar el mundo.”
Este relato pone de manifiesto el impacto de la Fundación Roger Federer, que ha ayudado a más de 2.5 millones de niños en el sur de África y Suiza desde su creación en 2003. Según olympics.com, Federer ha viajado regularmente a países como Lesotho para supervisar proyectos educativos, a menudo acompañado por Mirka y sus hijos, Myla, Charlene, Leo y Lenny. “Quiero encender la chispa del trabajo humanitario en mis hijos,” dijo Federer en 2023, un compromiso que claramente se refleja en su apoyo a Alejandro.
A sus 43 años, Federer, retirado desde 2022 tras una carrera legendaria, ha encontrado un nuevo propósito en su familia y su labor filantrópica. La historia de Alejandro refuerza su imagen como un ícono que trasciende el deporte. Mirka, descrita como el pilar de la familia, también ha sido elogiada por su papel en esta historia. “Mirka es el corazón de todo lo que hacemos,” dijo Federer en el evento, dedicándole una mirada llena de gratitud.
Mientras Alejandro continúa su ascenso como estrella, su conexión con Federer y Mirka sigue siendo un testimonio del poder de la compasión. “No se trata de fama o dinero,” dijo Alejandro al cerrar su discurso. “Se trata de devolver el amor que recibes.” Con esas palabras, el joven que alguna vez estuvo perdido en las calles de Basilea dejó al mundo con el corazón en la mano y a Federer llorando de orgullo.
