Los Green Bay Packers han desatado una polémica polémica tras tomar la controvertida decisión de no celebrar la Noche del Orgullo durante la próxima temporada de la NFL. La franquicia, conocida por su apasionada afición y su legado histórico, se enfrenta a crecientes críticas por lo que muchos consideran una decisión insensible y divisiva.
Según fuentes cercanas a la organización, los ejecutivos de los Packers rechazaron múltiples propuestas para organizar una Noche del Orgullo, un evento que celebra y apoya a la comunidad LGBTQ+, una iniciativa que ya han adoptado varios otros equipos de la NFL. ¿El razonamiento? Un comunicado interno supuestamente mencionó la preocupación por “promover una agenda progresista” y el deseo de “mantener la política fuera del fútbol americano”.
La frase por sí sola ha encendido las redes sociales.
Los críticos argumentan que el equipo se esconde tras un lenguaje ambiguo para enmascarar una discriminación flagrante, especialmente cuando otras franquicias de la liga han adoptado iniciativas de inclusión. Etiquetas como #DoBetterPackers y #PrideMatters rápidamente se convirtieron en tendencia en X (anteriormente Twitter), con celebridades, atletas y aficionados expresando su decepción e ira.
“No se trata de política. Se trata de respeto y visibilidad”, tuiteó un destacado activista LGBTQ+. “Los Packers nos acaban de demostrar su postura”.
Otros ven la medida como un peligroso retroceso en un momento en que la inclusión en el deporte es más importante que nunca. Varios jugadores de la liga han opinado, y al menos dos jugadores anónimos de los Packers, según se informa, expresaron su frustración entre bastidores.
Por otro lado, un segmento vocal de la afición aplaudió la decisión, elogiando a la franquicia por “no ceder a la presión social” y “centrarse en el fútbol, no en la política de identidad”.
Pero esto sólo intensificó la atención nacional, llamando la atención sobre cuán dividido sigue estando el mundo del deporte sobre cuestiones de justicia social.
Mientras la NFL continúa presionando por una mayor diversidad y alcance comunitario, la negativa de los Packers a celebrar una Noche del Orgullo los pone en desacuerdo con las tendencias de la liga y potencialmente daña su reputación ante los ojos de los fanáticos más jóvenes y progresistas.
El equipo aún no ha publicado una declaración pública oficial, pero fuentes cercanas afirman que podría programarse una conferencia de prensa en los próximos días a medida que aumenta la presión.
Por ahora, el silencio dice mucho y la controversia sólo crece.