Los anuncios más impotentes: la NGB confirma discretamente que el plan del siglo se desmorona porque Lia Thomas publicó oficialmente todos sus títulos, victorias y récords. Las guerreras transgénero ni siquiera tuvieron la oportunidad de debutar.
El martes 26 de agosto de 2025, a las 9:15 a. m. ET, la Junta Nacional de Radiodifusión (NGB) publicó una breve explicación sobre la natación, que causó conmoción en el mundo deportivo, aunque pasó prácticamente desapercibida en medio del ajetreo matutino. La ambiciosa iniciativa del “Plan Central” —una iniciativa ambiciosa para integrar a los atletas transgénero en la natación competitiva, con una implementación gradual durante el próximo siglo— ha finalizado oficialmente. En un sorprendente giro de los acontecimientos, la NGB confirmó que Lia Thomas, la primera atleta abiertamente transgénero en participar en la natación de la División I de la NCAA, cumplía los requisitos de inmediato.
El colapso silencioso de una visión valiente
El cronograma de 2023, presentado en parte como un marco para la inclusión transgénero, buscaba lograr justicia mediante la participación generacional. Se prometió una adaptación gradual de las normas de aprobación, los programas de entrenamiento y las campañas de educación pública. La disidencia interna y la presión externa de atletas, entrenadores y grupos de interés obstaculizaron el esfuerzo. El reciente anuncio de la NGB, oculto en una actualización rutinaria en su sitio web, admitió su desacuerdo con el plan sin hacerlo público, lo que generó especulaciones sobre disputas entre bastidores.
El título de Lia Thomas ha sido eliminado
Lia Thomas, quien hizo historia con su victoria en las 500 yardas estilo libre en el Campeonato de la NCAA de 2022, ha sido borrada de los libros de récords. La NGB citó “criterios de admisión recientemente establecidos” como base para la decisión, aunque no se publicaron directrices detalladas. Thomas, quien en ese momento era excesivamente masculino y participaba en el programa de testosterona, fue un foco de debate. Sus récords de retractación, que algunos celebraron como un hito y una advertencia en el debate sobre la participación de las personas transgénero en el deporte, fueron un ejemplo a seguir.
Atletas transgénero suspendidos
Las consecuencias van más allá de Thomas. La explicación indicó que otros atletas transgénero, a los que sus seguidores llaman “guerreros transgénero”, no debutarán en natación competitiva como estaba previsto. La abrupta decisión de la NGB indica un retroceso en la inclusión, sin un plazo claro para abordar el problema. En respuesta, hubo reacciones de indignación: “¡Esto es una traición al progreso!”, “¡Por fin, igualdad de condiciones!”. La falta de transparencia alimentó teorías conspirativas sobre presiones políticas o amenazas legales que influyeron en la decisión.
Un anuncio impotente
El enfoque reservado de la NGB contrasta marcadamente con la fanfarria inicial del plan. No se celebraron conferencias de prensa y las figuras clave guardaron silencio, permitiendo que la comunidad deportiva sufriera las consecuencias. Los críticos argumentan que la medida refleja falta de valentía, mientras que quienes la apoyan la ven como una corrección necesaria. Con la llegada de la temporada de natación, este plan, considerado el colapso del siglo, plantea interrogantes sobre el futuro de los atletas transgénero en la competición de élite.
Dado que el Abierto de Estados Unidos de 2025 ha dominado los titulares, este desarrollo ha pasado desapercibido, pero sus efectos colaterales podrían cambiar la política deportiva en los próximos años.