La exjugadora Lilian Thuram ha expresado su frustración por la exclusión de su hijo, Marcus Thuram, de la selección nacional francesa tras el escándalo en torno a las controvertidas declaraciones dirigidas a Ousmane Debelé y al Paris Saint-Germain (PSG). El incidente se ha convertido en tema de opinión pública en el fútbol francés, alimentando muchos debates sobre el profesionalismo y la responsabilidad de los jóvenes jugadores en el mejor ambiente futbolístico.
El incidente se originó a partir de un video que circuló en las redes sociales en el que Marcus Thuram supuestamente insultó a Dembélé, su ex compañero de equipo en el Borussia Mönchengladbach, y criticó al PSG, el club en el que jugó Dembélé. Aunque el contenido específico del discurso no estaba claro, el vídeo rápidamente ganó atención y provocó el apoyo de la Federación Francesa de Fútbol (FFF). Como resultado, Marcus, uno de los jóvenes talentos más brillantes del fútbol francés, fue eliminado de la lista de convocados para los próximos partidos internacionales, una decisión vista como un factor disuasorio y para preservar la imagen del equipo.
Lilian Thuram, campeón del Mundo de 1998, no pudo ocultar su decepción por el modo en que se manejó el incidente. Él creía que su hijo estaba siendo tratado injustamente y debería ser escuchado en lugar de ser castigado inmediatamente. En una entrevista, Lilian destacó que Marcus era un jugador joven entusiasta, pero también inevitablemente lo era. Pidió tolerancia por parte del público y de la FFF, y afirmó que Marcus era consciente de sus acciones y estaba dispuesto a disculparse si era necesario. Lilian también cuestionó por qué el incidente se exageró en las redes sociales antes de cualquier diálogo oficial entre las partes interesadas.
La reacción de la comunidad del fútbol es bastante mixta. Algunos sugieren que la decisión de sacar a Marcus del equipo es necesaria para mantener la disciplina y evitar sentar malos precedentes. Mientras tanto, los partidarios de Marcus creen que sólo cometió errores accidentalmente y que debería haber una oportunidad de solucionarlos. El incidente también provocó un debate sobre la presión que enfrentan los jugadores jóvenes en la era de las redes sociales, donde cada acción puede ser analizada y juzgada inmediatamente.
Marcus Thuram, actualmente jugando en el Inter de Milán, ha permanecido en silencio desde que estalló el incidente. Sin embargo, muchas fuentes creen que está tratando de centrarse en el estilo en el campo para demostrar su valía. Mientras el equipo francés se prepara para torneos importantes, este incidente no sólo afecta a Marcus personalmente, sino que también plantea preguntas sobre cómo la FFF maneja las crisis mediáticas relacionadas con los jugadores.