El Gran Premio de Emilia-Romaña de 2025 será un evento histórico para Lewis Hamilton, ya que marcará su primera carrera por delante de los apasionados Tifosi de Ferrari como piloto de la Scuderia. Sin embargo, el fin de semana dio un giro dramático cuando el siete veces campeón del mundo recibió una sorprendente penalización de 20 puestos en la parrilla, lo que puso a Ferrari en crisis y envió ondas de choque a través de la comunidad de la Fórmula 1.
Una sesión de clasificación desastrosa
El fin de semana en Imola comenzó mal para Ferrari, con Hamilton y su compañero de equipo Charles Leclerc sin lograr pasar del segundo cuarto, clasificando 12º y 11º respectivamente. Los medios italianos calificaron el resultado de “desastre” para el equipo en su carrera de casa, y el propio Hamilton calificó el resultado de “devastador” en entrevistas con Sky Sports F1. La falta de ritmo del Ferrari SF-23 fue evidente y Leclerc comentó: “El coche no está rindiendo lo suficiente en este momento”.
Como si su pobre desempeño en la clasificación no fuera suficiente, Hamilton enfrentó un revés sin precedentes cuando la FIA anunció una penalización de 20 lugares debido a una violación técnica relacionada con la unidad de potencia de Ferrari. Fuentes cercanas al equipo sugieren que se realizó un cambio de componente no autorizado después de la clasificación, infringiendo la normativa Fermé. Esa penalización relegó efectivamente a Hamilton al final de la parrilla, un golpe devastador para el británico que esperaba ofrecer una actuación sólida para los fanáticos de Ferrari.
La reacción de Hamilton
En declaraciones a la prensa tras confirmarse el castigo, Hamilton, visiblemente frustrado, expresó su decepción. “Es difícil de aceptar”, dijo a Sky Sports F1. Estamos trabajando duro para progresar y recibir esta sanción en una carrera tan importante para el equipo es doloroso. Pero seguiremos luchando. Sus comentarios reflejaron el sentimiento de los tifosi, que llenaron las gradas de Imola con la esperanza de ver brillar a su nuevo héroe.
A pesar del revés, Hamilton siguió decidido a sacar lo mejor de la situación. “Imola es una pista difícil de superar, pero ya he enfrentado desafíos antes. Elaboraremos una estrategia y daremos lo mejor de nosotros el domingo”, añadió, insinuando una posible remontada.
Las dificultades de Ferrari en 2025
La sanción agravó una temporada ya de por sí complicada para Ferrari. A pesar de las altas expectativas generadas tras la salida de Hamilton de Mercedes, el SF-23 tuvo dificultades para seguir el ritmo de rivales como McLaren y Red Bull. El director del equipo, Fred Vassur, defendió al equipo de diseño, liderado por Loic Serra, pero admitió que el rendimiento del coche no cumplió con las expectativas. “No estamos donde queremos estar, pero no nos rendiremos en 2025”, dijo Vassur, descartando las sugerencias de que el equipo cambiaría por completo el enfoque en las regulaciones de 2026.
Charles Leclerc, igualmente frustrado, criticó vehementemente la falta de competitividad del equipo. “Estamos en el camino correcto ahora”, dijo a Sky F1, destacando la incapacidad del coche para seguir el ritmo de los contendientes en las curvas rápidas de Imbola. La doble eliminación en la Q2 y la penalización de Hamilton han puesto a Ferrari bajo un intenso escrutinio, especialmente con los apasionados fanáticos italianos esperando un gran desempeño de su equipo en su suelo natal.
La carrera: un rayo de esperanza
A pesar de empezar desde atrás, Hamilton demostró su característica resistencia durante el Gran Premio de Emilia-Romaña. Aprovechando periodos de buen estado del coche, incluido el fallo del motor de Kimi Antonelli y el dramático incendio en boxes en el circuito de Fernando Alonso-Hamilton, protagonizó una brillante recuperación. Al llegar a la bandera a cuadros ascendió hasta un impresionante cuarto puesto, su mejor resultado de la temporada con Ferrari.
Los tifosi, inicialmente desanimados por el desastre de la clasificación y la penalización, estallaron en aplausos cuando Hamilton cruzó la línea de meta. “Se sintió clásico”, dijo Hamilton después de la carrera, reflexionando sobre la “gran sensación” de luchar frente a los fanáticos de Ferrari. Su actuación fue prueba de su habilidad y determinación, convirtiendo un fin de semana de desesperación en redención.
El panorama más amplio
Si bien la recuperación de Hamilton fue lo más destacado, la carrera estuvo dominada por Max Verstappen, quien aseguró su cuarta victoria consecutiva en Imbola, conduciendo a Oscar Pistri y Lando Norris de McLaren. La victoria holandesa en la carrera número 400 de Red Bull consolidó aún más sus credenciales de campeón, mientras que las esperanzas de título de McLaren se vieron sacudidas.
Para Ferrari, el fin de semana en Imola puso de relieve los desafíos que tiene por delante. Las mejoras del equipo, introducidas en la carrera de casa, no proporcionaron el aumento de rendimiento esperado y la penalización empeoró aún la situación. Sin embargo, el cuarto puesto de Hamilton ofreció un rayo de esperanza, demostrando que la habilidad estratégica de un piloto brillante y genial todavía puede producir resultados, incluso frente a la adversidad.
Conclusión
La penalización de 20 puestos impuesta a Lewis Hamilton en Imola fue un revés impactante que amenazó con perturbar el Gran Premio de Ferrari. Sin embargo, su notable recuperación al cuarto puesto demostró por qué sigue siendo uno de los mejores de todos los tiempos de la F1. Mientras Ferrari parece estar reorganizándose y corrigiendo las deficiencias de sus coches, los Tifosi pueden ser aplaudidos por el espíritu de lucha de Hamilton. Con el Gran Premio de Mónaco en el horizonte, AL