Hace 10 MINUTOS: Después de Carlos Alcaraz, Aryna Sabalenka, la tenista bielorrusa, ha dejado a todos en SHOCK al rechazar rotundamente una publicidad patrocinada por Tesla —la empresa de Elon Musk— en su camiseta durante el torneo de ROLAND-GARROS. Aryna Sabalenka dio una razón tan convincente que dejó a Elon Musk sin palabras y sacudió a los medios de comunicación en todo el mundo…“ÉL SE ARREPENTIRÁ DE SU RECHAZO”

En una jornada ya cargada de tensión en Roland-Garros, donde cada partido puede ser una guerra física y mental, la atención del mundo deportivo se ha desviado repentinamente hacia una noticia que nada tiene que ver con raquetas o pelotas. Aryna Sabalenka, actual número dos del mundo y una de las grandes favoritas del torneo, ha rechazado públicamente un acuerdo millonario con Tesla, la empresa dirigida por el magnate Elon Musk, para llevar su logotipo en su indumentaria durante el torneo.

La noticia ha causado una auténtica tormenta mediática. No es común que una deportista rechace un contrato de patrocinio tan lucrativo, especialmente uno respaldado por una de las figuras más influyentes del mundo empresarial. Pero lo que realmente ha dejado a todos boquiabiertos ha sido la contundencia de Sabalenka y, sobre todo, su explicación. “No me vendo a cualquier precio. No puedo aceptar que mi imagen esté asociada a una empresa que, según múltiples informes, ha sido acusada de explotación laboral, falta de transparencia ambiental y actitudes corporativas cuestionables. Como mujer y como atleta, tengo principios que no voy a traicionar por dinero”, declaró Sabalenka ante la prensa.
La respuesta no tardó en llegar. Fuentes cercanas a Elon Musk revelaron que el empresario quedó “sorprendido” por el rechazo, especialmente considerando que la propuesta incluía una cifra de siete dígitos, además de beneficios adicionales relacionados con imagen internacional y sostenibilidad. Sin embargo, lo que parecía una simple negociación comercial se ha transformado en un verdadero terremoto ético que amenaza con abrir un debate mucho más profundo sobre el rol de los deportistas de élite frente a las grandes corporaciones.
Mientras tanto, las redes sociales estallaron con mensajes de apoyo hacia la decisión de la tenista bielorrusa. Miles de aficionados, celebridades e incluso algunos compañeros del circuito aplaudieron su valentía y coherencia. “Él se arrepentirá de su rechazo”, escribió en X una reconocida periodista deportiva, sugiriendo que esta decisión puede marcar un antes y un después en la relación entre el deporte profesional y el patrocinio corporativo.
Sabalenka, por su parte, continúa concentrada en su participación en Roland-Garros, evitando profundizar más en la polémica. Pero el eco de su decisión ya ha resonado más allá de las pistas de tenis, convirtiéndola en un símbolo de integridad en un mundo donde, muchas veces, todo tiene un precio. Esta vez, una jugadora demostró que no todo se compra. Y Elon Musk, por muy poderoso que sea, acaba de recibir una lección que probablemente no olvide.