Barcelona, España – La Fórmula 1 arde nuevamente. Esta vez, el fuego lo encendió una explosiva controversia entre Red Bull Racing y McLaren, luego de que el equipo austríaco acusara a la escudería británica de utilizar un “alerón delantero ilegal” en el último Gran Premio. Sin embargo, Zak Brown, CEO de McLaren, no se quedó callado y ha respondido con una dureza que sacude el paddock entero. Para poner aún más leña al fuego, la FIA acaba de hacer públicas nuevas pruebas que podrían cambiar por completo el curso de esta polémica.
¿Trampa o innovación?
Todo comenzó tras la clasificación del GP, donde el rendimiento del McLaren sorprendió incluso a los ingenieros más optimistas. Según fuentes internas de Red Bull, el diseño del alerón delantero del MCL38 supuestamente “flexionaba” en ciertas condiciones, otorgando una ventaja aerodinámica que consideraron “fuera de la legalidad técnica”. La escudería de Milton Keynes presentó sus sospechas ante la FIA, solicitando una investigación formal.
La respuesta de Zak Brown fue inmediata y feroz. En declaraciones oficiales, el dirigente estadounidense arremetió contra Red Bull:
“Estas acusaciones no solo son falsas, sino profundamente hipócritas. Red Bull debería ser el último equipo en hablar de trampas técnicas. Estamos dentro del reglamento, y lo probaremos.”
La FIA entra en juego
Ante la magnitud del conflicto, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) llevó a cabo un análisis exhaustivo del alerón delantero de McLaren. Este jueves, el ente rector de la F1 publicó un comunicado oficial donde descarta cualquier tipo de ilegalidad en el diseño del monoplaza británico.
“Después de una inspección detallada y pruebas de flexión controladas, se ha determinado que el componente cumple con los requisitos del reglamento técnico de la temporada 2025”, afirmó la FIA.
Además, la federación adjuntó imágenes comparativas y datos técnicos para despejar toda duda. Con este pronunciamiento, se le da la razón a McLaren y se deja en entredicho la estrategia de presión mediática empleada por Red Bull.
El contraataque de Brown: “Esto tiene que parar”
Con el respaldo de la FIA en la mano, Zak Brown subió aún más el tono. En una rueda de prensa posterior, declaró:
“Este tipo de guerras psicológicas no hacen más que ensuciar el deporte. Red Bull ha cruzado una línea. No vamos a tolerar que se cuestione nuestra integridad sin pruebas reales. Estamos abiertos a la competencia, pero con reglas claras y respeto mutuo.”
Brown también hizo un llamado a Liberty Media y a la dirección de la F1 para que se implementen sanciones por acusaciones infundadas, alegando que estas situaciones deterioran la imagen del campeonato ante los fanáticos y patrocinadores.
¿Respuesta de Red Bull?
Hasta el cierre de esta edición, Red Bull no ha emitido un nuevo comunicado tras la resolución de la FIA, pero fuentes cercanas al equipo indicaron que no están satisfechos con el resultado. Helmut Marko, asesor principal, deslizó en un canal austriaco que “las explicaciones de la FIA no disipan todas las dudas”, dejando abierta la posibilidad de futuras apelaciones o nuevas inspecciones.
Un precedente peligroso
Este incidente recuerda viejas disputas en la categoría, donde la línea entre la innovación y la trampa técnica ha sido constantemente cuestionada. Lo ocurrido con McLaren podría sentar un precedente clave sobre cómo se manejan las sospechas entre equipos, especialmente en una temporada tan ajustada donde cada décima cuenta.
Las redes sociales estallan
En paralelo, las redes sociales han explotado con miles de mensajes de apoyo a McLaren y críticas hacia Red Bull. El hashtag #GoZakGo se ha vuelto tendencia en Twitter, mientras que varios ex pilotos y comentaristas respaldaron la posición del estadounidense.
Entre los más destacados, el ex campeón Damon Hill escribió:
“Zak Brown está haciendo lo correcto. No se puede permitir que un equipo lance acusaciones sin fundamento solo porque no soporta que le compitan de tú a tú.”
Conclusión:
Lo que parecía una simple queja técnica se ha transformado en una batalla frontal por la reputación. McLaren sale, por ahora, con la cabeza en alto, pero la guerra está lejos de terminar. Con más de media temporada por delante, este enfrentamiento promete seguir alimentando titulares y debates en todo el mundo.
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