Franco Colapinto lo llama “Dogtopia”, un complejo de 6 hectáreas en construcción cerca de la sede principal de Alpine, con una inversión de millones de dólares. No es solo un refugio, sino un centro de recuperación para perros que han sido maltratados, abandonados o traumatizados. “Tenemos campos de entrenamiento, parques acuáticos, atención veterinaria 24/7, pero sobre todo, tenemos amor”. Colapinto afirma que los perros son más que mascotas: son familia. Espera que Dogtopia se convierta en un modelo nacional e inspire a otros atletas a actuar. –
Franco Colapinto lo llama “Dogtopia”, un complejo de 6 hectáreas en construcción cerca de la sede principal de Alpine, con una inversión de millones de dólares. No es solo un refugio, sino un centro de recuperación para perros que han sido maltratados, abandonados o traumatizados. “Tenemos campos de entrenamiento, parques acuáticos, atención veterinaria 24/7, pero sobre todo, tenemos amor”. Colapinto afirma que los perros son más que mascotas: son familia. Espera que Dogtopia se convierta en un modelo nacional e inspire a otros atletas a actuar.
Franco Colapinto, el joven piloto argentino que ha captado la atención en el mundo del automovilismo, está dejando una huella más allá de las pistas con un proyecto ambicioso y conmovedor: Dogtopia. Este complejo, en construcción cerca de la sede principal de Alpine, abarca seis hectáreas y representa una inversión de millones de dólares. Sin embargo, Dogtopia no es un refugio común para animales; es un centro de recuperación diseñado específicamente para perros que han sufrido maltrato, abandono o traumas. Colapinto, un apasionado defensor de los animales, ha concebido este espacio como un lugar donde los perros no solo encuentren refugio, sino también amor, cuidado y una segunda oportunidad.

El proyecto Dogtopia combina instalaciones de vanguardia con un enfoque centrado en el bienestar animal. Cuenta con campos de entrenamiento, parques acuáticos y servicios veterinarios disponibles las 24 horas del día, los siete días de la semana. Pero lo que distingue a Dogtopia, según Colapinto, es el amor que impregna cada detalle del proyecto. “Los perros no son solo mascotas, son familia”, afirma con convicción. Esta filosofía guía su visión de transformar la vida de los animales rescatados, ofreciéndoles un entorno donde puedan sanar física y emocionalmente. El objetivo es claro: no solo rehabilitar a los perros, sino también prepararlos para encontrar hogares permanentes donde sean valorados y queridos.

Colapinto, conocido por su dedicación tanto en la Fórmula 1 como en causas sociales, espera que Dogtopia se convierta en un modelo a seguir en todo el país. Su sueño es que este centro inspire a otros atletas y figuras públicas a involucrarse en iniciativas que promuevan el bienestar animal. La construcción de Dogtopia no solo refleja su compromiso personal, sino que también busca generar un impacto cultural, fomentando una mayor conciencia sobre la importancia de tratar a los animales con respeto y compasión. “Si podemos cambiar la vida de un perro, podemos cambiar la forma en que las personas ven a los animales”, asegura.
El proyecto ha generado entusiasmo en la comunidad local y entre los amantes de los animales, quienes ven en Dogtopia una esperanza para miles de perros necesitados. Además, Colapinto planea incorporar programas educativos para enseñar a la sociedad sobre la responsabilidad de tener una mascota y la importancia de la adopción. Con Dogtopia, el piloto no solo está construyendo un refugio, sino un legado que trasciende el deporte y demuestra que la pasión y el compromiso pueden generar un cambio real. A medida que el complejo avanza hacia su finalización, el mundo observa con interés cómo este joven talento utiliza su plataforma para hacer una diferencia, un perro a la vez.