Miami, EE. UU. –Un nuevo escándalo está sacudiendo el paddock de la fórmula 1. En el medio del Gran Premio de Miami, el equipo de Red Bull lanzó una seria acusación contra McLaren, apoyando a un posiblemanipulación ilegal de la escotilla anteriorde su solerador. La situación ha degenerado rápidamente y elFia intervino inmediatamente, ordenando una inspección del automóvil presumiblemente involucrado.
La tensión ya era palpable en el circuito de la ciudad de Miami, pero nadie esperaba que este fin de semana el drama técnico fuera el centro de atención. Todo comenzó cuandoIngenieros de Red BullDetectaron, como definieron, los movimientos “inusuales” en el salón delantero del auto de Lando Norris durante las calificaciones.
“Hay imágenes claras de flexiones no autorizadas. El ala no debe comportarse de esta manera bajo ciertas cargas aerodinámicas”, dijo un miembro del equipo técnico de Red Bull en una condición de anonimato. La acusación se depositó formalmente en la FIA, activando la alarma en el paddock.
En un deporte en el que cada milímetro cuenta y las regulaciones son extremadamente rígidas, cualquier ventaja aerodinámica indebida puede marcar la diferencia entre la victoria y el olvido. Por esta razón, elFIA intervino rápidamente, solicitando la devolución inmediata de McLaren a los pozos para una inspección técnica completa.
Los comisionados técnicos de la FIA examinaron el ala frontal con extrema precisión. Su objetivo: determinar si McLaren había usado materiales flexibles o estructuras móviles que violaron el Artículo 3.9.8 de la regulación técnica, queExplícitamente prohíbe cualquier componente aerodinámico que se desanime significativamente bajo carga .
Aunque los resultados de la inspección aún no se han hecho públicos, las fuentes internas indican que la FIA ha encontrado “elementos que requieren análisis adicionales”, lo que podría conducir a sanciones si se confirmó la violación.
Por su parte, el equipo de McLaren respondió con firmeza. En una declaración oficial, el equipo de Woking se aseguró de que “todos los miembros del vehículo cumplan con las regulaciones técnicas actuales” y que está colaborando completamente con la FIA aclarar cualquier duda.
“Estamos seguros de la legalidad de nuestro proyecto. Cualquier flexión percibida es el resultado de cargas dinámicas normales en la pista”, dijeron.
Este último capítulo del drama técnico podría haberconsecuencias gravesPara McLaren si se mostró la ilegalidad del componente. Desde la descalificación del evento hasta una posible penalización de los puntos en el campeonato, las sanciones de la FIA podrían ser severas.
Además, el tiempo ya no podría ser crítico. McLaren ha mostrado una notable recuperación en las últimas carreras, incluso llegando a desafiar el dominio del Red Bull en diferentes secciones del circuito. Una penalización en Miami podría detener drásticamente este impulso.
Algunos expertos en paddock no excluyen la posibilidad de que esta queja también sea parte de unJuego psicológico de Red Bull, acostumbrado a ejercer presión en los momentos clave de la temporada. “No sería la primera vez que veamos este tipo de estrategia. Cuando un equipo se siente amenazado, trata de cada sentido posible para desestabilizar al rival”, comentó el ex conductor y analista Pedro de la Rosa en una transmisión.
En las redes sociales, se explota la controversia. El hashtag#MclarengateYa está de moda en Twitter, con opiniones divididas. Algunos fanáticos piden plena transparencia a la FIA, mientras que otros creen que Red Bull está exagerando.
En Facebook, cientos de comentarios sobre las páginas oficiales de ambos equipos demuestran la pasión del público para este deporte y la solicitud deuna competencia leal, sin hacer trampa .
El caso permanece en manos de la FIA y se espera una resolución oficial en las próximas 48 horas. Mientras tanto, el Gran Premio de Miami continúa bajo una nube de incertidumbre y tensión, con cada detalle técnico que se vuelve crucial.
¿Podría ser el comienzo de una nueva guerra técnica en la Fórmula 1? SoloEl tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: el drama en la máxima categoría del automovilismo está lejos de terminar.