El Gran Premio de España 2025, celebrado en el Circuit de Barcelona-Catalunya, no solo ha sido un escaparate de velocidad y estrategia, sino también el epicentro de una nueva controversia que ha sacudido los cimientos de la Fórmula 1. En el ojo del huracán se encuentra Flavio Briatore, el controvertido asesor ejecutivo de Alpine, quien ha desatado una tormenta mediática al exponer las tensiones internas que aquejan al equipo francés. Sus declaraciones, vertidas en una entrevista explosiva con F1 TV tras las prácticas libres, han revelado un panorama de descontento, decisiones cuestionables y una lucha de poder que amenaza con desestabilizar aún más a un equipo ya golpeado por años de caos y cambios.

Briatore, conocido por su estilo directo y su historial de decisiones audaces, no se guardó nada al hablar sobre la situación actual de Alpine. “Este equipo necesita una revolución, no parches”, afirmó, dejando entrever que las recientes decisiones, como el reemplazo de Jack Doohan por Franco Colapinto, son solo la punta del iceberg. Según Briatore, la falta de cohesión en la dirección del equipo y las disputas internas entre los departamentos técnico y estratégico han sido un lastre para el rendimiento. “No podemos seguir con reuniones interminables y excusas. Necesitamos resultados, y eso empieza con claridad en las decisiones”, añadió. Estas palabras, interpretadas por muchos como una crítica velada a la gestión previa de Oliver Oakes, han generado una ola de especulaciones sobre un posible enfrentamiento entre Briatore y otros miembros clave del equipo.
La salida de Oakes, anunciada justo antes del Gran Premio de Emilia-Romagna, ya había levantado sospechas de tensiones internas. Aunque Briatore y Oakes negaron públicamente cualquier conflicto, con el italiano afirmando en Instagram que “Oli y yo tenemos una gran relación”, las fuentes cercanas al equipo sugieren lo contrario. Según reportes de Motorsport.com, la decisión de reemplazar a Doohan con Colapinto fue un punto de fricción importante, con Oakes defendiendo la continuidad del australiano mientras Briatore insistía en dar una oportunidad al argentino, respaldado por patrocinadores de peso. Esta discrepancia, sumada a la percepción de que Oakes tenía un poder limitado frente a la autoridad de Briatore, habría precipitado su renuncia. “Flavio siempre ha querido control total. Oakes era solo una fachada”, comentó un usuario en Threads, resumiendo el sentir de muchos aficionados.
El rendimiento de Alpine en Barcelona no hizo más que avivar las llamas. A pesar de las mejoras aerodinámicas introducidas en el A524, el equipo sigue luchando en la mitad de la parrilla. Pierre Gasly, visiblemente frustrado, señaló que “el coche tiene potencial, pero necesitamos consistencia”. Por su parte, Colapinto, en su primera carrera completa con Alpine tras su debut en Imola, mostró destellos de velocidad pero también inexperiencia, con un accidente en la clasificación que obligó al equipo a trabajar contrarreloj. Briatore, sin embargo, defendió al argentino: “Franco es rápido, pero necesita tiempo. No vamos a juzgarlo por un error”. Esta defensa ha generado división entre los fanáticos, con algunos elogiando la apuesta por el talento joven y otros cuestionando si la presión sobre Colapinto es excesiva.
Las declaraciones de Briatore también han puesto el foco en la relación con Renault, la empresa matriz de Alpine. El italiano no dudó en señalar que la decisión de abandonar el desarrollo de motores propios en Viry-Châtillon para adoptar unidades de potencia de Mercedes en 2026 fue un movimiento necesario, pero que “no resuelve los problemas estructurales del equipo”. Esta crítica, aunque dirigida a la organización interna, ha sido interpretada como un desafío directo a la dirección de Renault, especialmente al CEO Luca de Meo, quien trajo a Briatore de vuelta en 2024. En Threads, un usuario comentó: “Briatore está diciendo lo que todos saben: Alpine es un desastre porque Renault no sabe qué hacer con el equipo”. Este sentimiento refleja la frustración de los aficionados, que ven en Alpine un proyecto con potencial pero atrapado en un ciclo de decisiones erráticas.
La controversia no se limitó al equipo. La FIA, ya bajo escrutinio por su manejo de la investigación sobre los alerones de Ferrari, también fue blanco de las críticas de Briatore. “Necesitamos reglas claras y una FIA que no juegue a favoritos”, afirmó, alimentando las teorías de conspiración sobre un supuesto favoritismo hacia equipos como Ferrari. Aunque no mencionó nombres específicos, sus palabras resonaron con las quejas de Red Bull y McLaren, quienes también han cuestionado la consistencia de las decisiones arbitrales en 2025. Este comentario, aunque vago, ha generado un debate acalorado en redes, con hashtags como #FIAControversy y #BriatoreVuelve trending en España y América Latina.
En el paddock, las reacciones han sido mixtas. Toto Wolff, jefe de Mercedes, defendió a Briatore, argumentando que “su experiencia es un activo para Alpine y para la F1”. Por otro lado, algunos ingenieros de equipos rivales, que prefirieron mantenerse en el anonimato, expresaron su preocupación por el enfoque agresivo de Briatore, recordando su historial en el escándalo de Crashgate en 2008. “Flavio trae resultados, pero también caos”, comentó una fuente citada por ESPN. Esta dualidad define el impacto del italiano: un líder carismático capaz de transformar equipos, pero también una figura polarizante que genera división.
Para los aficionados, la situación de Alpine es un culebrón que no para de crecer. En Barcelona, las gradas vibraron con la presencia de Colapinto, apoyado por una legión de fans argentinos, pero también se escucharon murmullos de descontento por la falta de resultados. La promesa de Briatore de llevar a Alpine al podio en 2026 y al campeonato en 2027, según un reporte de Le Monde, ha sido recibida con escepticismo. “¿Ganar con este desastre? Flavio sueña despierto”, escribió un usuario en Threads, mientras otro defendió: “Si alguien puede sacar a Alpine del pozo, es Briatore. Denle tiempo”.
En conclusión, las declaraciones de Briatore han destapado una caja de Pandora en Alpine, exponiendo las fracturas internas y generando un torbellino de especulaciones. Mientras el equipo lucha por encontrar estabilidad, el Gran Premio de España ha demostrado que, con Briatore al mando, el drama está garantizado. La Fórmula 1, fiel a su naturaleza, sigue siendo un circo donde la pista y los despachos compiten por el protagonismo.