Miami, EE. UU. – El Gran Premio de Miami 2025 no solo dejó emociones al límite en la pista, sino que también encendió una ola de controversia fuera de ella. En el centro del huracán: George Russell, Mercedes y una decisión de penalización que ha sacudido al paddock de la Fórmula 1. Mientras Red Bull alzaba las manos en señal de protesta desde el mismo podio, los fanáticos se dividían en redes sociales y el mundo del automovilismo exigía respuestas claras.
¿Qué ocurrió exactamente con George Russell?
Durante la vuelta 43 del Gran Premio de Miami, George Russell protagonizó una maniobra agresiva al intentar defender su posición frente al piloto de Red Bull, Sergio “Checo” Pérez. El británico cerró el paso en la curva 11 de forma que, según la dirección de carrera, no dejó suficiente espacio para el mexicano, quien se vio obligado a salirse de pista.
Pocos minutos después, la FIA anunció una penalización de 5 segundos para Russell, que alteró el resultado final y encendió la polémica. Russell, visiblemente frustrado, terminó fuera del podio, mientras que Red Bull no dudó en llevar su queja más allá de la pista
Red Bull exige justicia en el podio
La imagen que ha dado la vuelta al mundo muestra a Christian Horner y Helmut Marko en el podio con gestos de indignación, incluso mientras Max Verstappen celebraba una segunda posición conseguida entre polémicas. “No es solo esta carrera, es la consistencia en las decisiones lo que preocupa”, declaró Horner ante los medios tras el GP.

Según fuentes internas del equipo, Red Bull considera que maniobras similares protagonizadas por otros pilotos no recibieron sanción alguna, lo que alimenta las sospechas de criterios poco claros en la aplicación de las reglas.
La respuesta de la FIA: “Este es el veredicto”
Horas después de finalizada la carrera, la FIA publicó un comunicado oficial en el que explicó su decisión. “Tras revisar múltiples ángulos de la maniobra, el comité concluyó que el coche número 63 (Russell) forzó innecesariamente al coche número 11 (Pérez) fuera de la pista, contraviniendo el artículo 27.4 del reglamento deportivo”, se lee en el documento.
Además, la federación fue tajante: “La penalización de 5 segundos fue adecuada, proporcional y se encuentra dentro del marco normativo aprobado por los equipos antes del inicio de temporada. Este es el veredicto”.
Las reacciones no se hicieron esperar
En redes sociales, la comunidad de fanáticos se dividió rápidamente. Mientras algunos defendían la agresividad y el estilo de conducción de Russell, otros apoyaban la postura de Red Bull, denunciando favoritismos y falta de coherencia por parte de la FIA.
El hashtag #JusticeForRedBull se posicionó entre las principales tendencias en Twitter en varios países, especialmente en México, donde el apoyo a Checo Pérez fue masivo. Por otro lado, #RussellDidNothingWrong también ganó fuerza entre los seguidores del piloto británico.
Russell habla: “No entiendo la sanción”
El propio George Russell no tardó en dar su versión. En una entrevista posterior a la carrera, afirmó: “Fue una maniobra dura, sí, pero dentro de los límites. Me sorprendió la sanción porque hemos visto cosas peores sin consecuencias. No estoy de acuerdo, pero respeto la decisión”.
Mercedes, por su parte, no ha confirmado si apelará formalmente la penalización, aunque Toto Wolff sí expresó su preocupación: “Necesitamos consistencia. Es todo lo que pedimos como equipo”.
Un campeonato cada vez más tenso
El incidente llega en un momento clave del campeonato, donde cada punto cuenta. La lucha entre Red Bull y Mercedes está más viva que nunca, y este tipo de decisiones podrían tener un impacto directo en el resultado final de la temporada.
Más allá de la maniobra en sí, la verdadera preocupación parece ser la confianza en los árbitros del deporte. Si los equipos y los aficionados perciben que las decisiones no son claras ni consistentes, el prestigio de la Fórmula 1 podría quedar en entredicho.
Conclusión: El Gran Premio de Miami será recordado tanto por la intensidad en pista como por la tormenta que desató fuera de ella. Mientras los equipos siguen luchando por el título, los ojos están puestos en la FIA y su capacidad de mantener la justicia deportiva en un campeonato que no permite errores.