La Fórmula 1, un deporte que despierta pasiones en todo el mundo, se ha visto sacudida por un reciente episodio de odio en redes sociales tras el Gran Premio de Emilia-Romaña. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) y el equipo BWT Alpine F1 han emitido comunicados contundentes para condenar los ataques dirigidos contra los pilotos Yuki Tsunoda y Jack Doohan, desencadenados por un incidente en pista protagonizado por el argentino Franco Colapinto. Este suceso ha puesto en el centro de la controversia a los aficionados más radicales, quienes han cruzado la línea con mensajes ofensivos, algunos de carácter racista.
El incidente ocurrió durante las primeras prácticas libres en Imola, cuando Colapinto, en un giro lento, obstruyó sin intención la trayectoria de Tsunoda, piloto de Red Bull, quien perdió una vuelta rápida. Frustrado, el japonés realizó un gesto obsceno hacia el argentino, lo que desató una avalancha de insultos en las redes sociales de Tsunoda. A pesar de que Colapinto reconoció su error y pidió calma a sus seguidores, algunos fanáticos continuaron con los ataques. “Sé que son apasionados, pero deben mostrar respeto. Hay mucho odio en redes sociales hoy en día”, expresó el joven de 21 años, quien también compartió el comunicado oficial de Alpine en sus plataformas personales.
Por su parte, la FIA, liderada por su presidente Mohammed Ben Sulayem, ha tomado una postura firme contra el abuso en línea. En un comunicado publicado en Instagram, Ben Sulayem afirmó: “El automovilismo se basa en la competición, la pasión y el compromiso. La pasión por nuestro deporte debe unirnos, no convertirse en odio. Apoyo plenamente a Yuki Tsunoda y Franco Colapinto, y les agradezco por denunciar este problema”. La organización ha reforzado su campaña “Unidos contra el abuso en línea”, buscando crear un entorno más seguro y respetuoso en el deporte.
Alpine, la escudería de Colapinto, también se pronunció: “Creemos que somos afortunados de formar parte de un deporte global que genera grandes pasiones, pero detrás de cada piloto hay una persona con sentimientos, familia y amigos. No podemos tolerar el abuso en línea e instamos a todos los aficionados a ser amables”. El equipo resaltó la humanidad de los pilotos, pidiendo respeto hacia todos los involucrados.
El caso no se limitó a Tsunoda. Jack Doohan, quien cedió su asiento en Alpine a Colapinto, también fue víctima de acoso tras la difusión de una publicación falsa atribuida a su padre, Mick Doohan, burlándose del accidente de Colapinto en la clasificación. Doohan desmintió la información y suplicó: “Por favor, dejen de acosar a mi familia”. Este episodio recuerda tensiones similares vividas por otros pilotos, como Agustín Canapino en IndyCar.
La “Colapintomanía” ha demostrado el fervor de los aficionados argentinos, pero también la necesidad de canalizar esa pasión de manera positiva. La FIA y Alpine, junto a Colapinto, buscan poner fin al odio en redes, promoviendo un automovilismo unido y respetuoso.
