La jornada de liga que enfrentó a Real Madrid y Osasuna, que en principio parecía un simple capítulo más del campeonato, se ha convertido en uno de los episodios más polémicos de la temporada. El triunfo madridista, logrado con más sufrimiento del previsto, quedó rápidamente eclipsado por la denuncia formal presentada por el club navarro, que acusa al Real Madrid de haber alineado de manera indebida a un futbolista joven que no cumplía con todos los requisitos reglamentarios.
Según Osasuna, la participación de este jugador supondría una vulneración del reglamento de la competición, lo que podría derivar en sanciones que incluirían la pérdida de puntos e incluso poner en riesgo el título de liga que el Real Madrid viene persiguiendo con determinación. La denuncia ha sido recibida por la organización de LaLiga, que ya ha abierto una investigación preliminar para esclarecer los hechos.
El escándalo, sin embargo, no se detiene ahí. El gol decisivo de la victoria blanca llegó tras un penalti señalado a favor de Kylian Mbappé, en una jugada que ha dividido a la opinión pública y a los analistas. Mientras los árbitros defendieron la decisión apoyándose en la revisión del VAR, numerosos expertos consideran que la falta fue inexistente y que el colegiado se precipitó. La acción generó protestas enérgicas de los jugadores y aficionados de Osasuna, que vieron cómo sus esfuerzos quedaban anulados por una decisión controvertida.
El clima de tensión alcanzó su punto máximo cuando Mbappé, cuestionado en zona mixta tras el encuentro, respondió de manera tajante a las críticas: “¡Ustedes no están a nuestro nivel!”. La frase, breve pero contundente, ha corrido como la pólvora en medios de comunicación y redes sociales, dividiendo aún más la opinión pública. Para algunos, se trata de una muestra de arrogancia impropia de un jugador de su talla; para otros, una reacción entendible ante lo que consideran un exceso de cuestionamientos.