El paddock de la Fórmula 1 está en ebullición tras los últimos acontecimientos en la rivalidad entre McLaren y Red Bull. El 10 de mayo de 2025, la FIA, el organismo rector de la Fórmula 1, emitió un comunicado en respuesta a las acusaciones de McLaren sobre el supuesto uso de ventajas técnicas ilegales por parte de Red Bull, en concreto en relación con un dispositivo de identificación frontal del dorsal en el monoplaza RB20 de Red Bull. La controversia, que ha acaparado titulares, dio un giro intrigante cuando surgieron informes de que el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, y el director ejecutivo de McLaren Racing, Zak Brown, fueron en su día amigos cercanos, lo que añadió un matiz personal a la saga.
La disputa comenzó cuando McLaren expresó su preocupación por el parachoques delantero de Red Bull, un mecanismo que podría permitir cambios de altura en el parque cerrado, una clara infracción del reglamento de la F1. La FIA investigó y, antes del Gran Premio de Estados Unidos de 2024, desplegó SEALs para evitar dichas modificaciones, afirmando que no había pruebas de que Red Bull estuviera utilizando el dispositivo ilegalmente. Sin embargo, McLaren, liderado por Brown, exigió una investigación más profunda sobre si Red Bull había utilizado el dispositivo en carreras anteriores, argumentando que dicha infracción podría haberle dado a Red Bull una ventaja significativa en el rendimiento. La FIA, liderada por Ben Sulayem, rechazó esta petición, y Nikolas Tombazi, responsable de asuntos de monoplazas, declaró el caso cerrado. Esta decisión generó frustración en McLaren, y Brown cuestionó públicamente la transparencia y la minuciosidad de la FIA.
Para echar más leña al fuego, el reciente dominio de McLaren en la temporada 2025 —liderando el campeonato de constructores y compitiendo con Lando Norris, de Red Bull, contra Max Verstappen— ha intensificado la rivalidad. Red Bull respondió acusando a McLaren de utilizar métodos ilegales de refrigeración de neumáticos, concretamente inyectar agua en ellos para controlar la temperatura, una práctica que Red Bull afirmó haber experimentado antes de su prohibición. La FIA, junto con el proveedor de neumáticos Pirelli, investigó las acusaciones en Brasil en 2024 y no encontró pruebas de irregularidades. Andrea Stella, de McLaren, desestimó las acusaciones calificándolas de “un asunto muy sencillo” relacionado con un agujero en un sensor que se cerró tras una aclaración de la FIA, mientras que Brown se burló de Red Bull bebiendo de una botella etiquetada como “Agua para Neumáticos” durante los entrenamientos en Miami.
La respuesta de la FIA a las últimas acusaciones de McLaren llegó el 10 de mayo de 2025, cuando Ben Sulayem respaldó la propuesta de Brown de introducir un mecanismo disuasorio financiero para protestas frívolas, sugiriendo un depósito de hasta 50.000 dólares para desalentar quejas infundadas. La medida se consideró un gesto conciliador hacia McLaren, pero también puso de relieve la compleja relación entre Ben Sulayem y Brown. Fuentes revelaron que ambos fueron amigos íntimos, habiendo forjado un vínculo durante los primeros años de Brown en el marketing deportivo y la trayectoria de Ben Sulayem como piloto de rallies y oficial deportivo. Su amistad, aunque al parecer se ha enfriado en los últimos años debido a sus roles profesionales, ha generado inquietud entre aficionados y expertos, y algunos en X especulan sobre un posible sesgo en las decisiones de la FIA.
A pesar de su historial personal, la FIA ha mantenido su postura de imparcialidad. Ben Sulayem enfatizó la necesidad de presentar quejas con base en pruebas, afirmando: “No se puede acusar a alguien sin una queja por escrito y, por esa protesta, hay que pagar”. Esto coincide con los llamados de Brown a la transparencia, quien ha instado repetidamente a la FIA a gestionar las investigaciones abiertamente para preservar la integridad del deporte. Las críticas abiertas del CEO de McLaren a Red Bull, incluyendo calificar su incumplimiento del límite presupuestario de 2022 como “trampa”, han mantenido la tensión alta, y Christian Horner, de Red Bull, calificó las acusaciones de McLaren de “envidia”.
La disputa entre Red Bull y McLaren, centrada ahora en los alerones flexibles, los sistemas de refrigeración de neumáticos y los ajustadores de dorsales, subraya la feroz competencia de cara a la temporada 2025 de F1. El MCL39 de McLaren, pilotado por Norris y Oscar Piastri, ha sido un punto culminante, pero las sospechas de Red Bull, confirmadas por las cámaras termográficas en los boxes, darán ventaja a los equipos. Para los aficionados, el drama en la pista es tan apasionante como las carreras, con publicaciones en X que reflejan sentimientos encontrados: algunos elogian la valentía de Brown, mientras que otros cuestionan la gestión de las disputas por parte de la FIA.
A medida que avance la temporada, la capacidad de la FIA para abordar estas acusaciones manteniendo la imparcialidad será crucial. La antigua amistad entre Ben Sulayem y Brown añade un toque humano a la disputa, pero ambos parecen centrados en sus responsabilidades profesionales. Por ahora, McLaren y Red Bull continúan su lucha por el campeonato, con el paddock esperando con impaciencia el siguiente capítulo de esta apasionante saga.