El Gran Premio de España de 2025 en Barcelona fue un evento muy emocionante, pero la atención se centró en una polémica colisión entre Max Verstappen y George Russell, que generó fuertes críticas del expiloto de Fórmula 1 Juan Pablo Montoya. El colombiano, conocido por su estilo implacable en las carreras, acusó a Verstappen de “perder la calma” durante una acalorada batalla, en particular en un incidente en la vuelta 61, en el que el piloto de Red Bull se tocó con el Mercedes de Russell. El choque, que resultó en una penalización de 10 segundos y tres puntos para Verstappen, ha reavivado el debate sobre la conducta en pista del cuatro veces campeón del mundo y su capacidad para gestionar la presión en una temporada intensamente competitiva.
El incidente ocurrió durante un reinicio caótico del safety car, provocado por el Mercedes varado de Kimi Antonelli. La decisión de Red Bull de equipar a Verstappen con neumáticos duros, mientras que rivales como Russell y Charles Leclerc optaron por blandos, dejó al holandés en desventaja. Con problemas de agarre, Verstappen sufrió un grave sobreviraje al salir de la última curva, lo que le permitió a Leclerc adelantarlo. Russell intentó entonces una maniobra audaz dentro de la curva 1, lo que provocó un ligero contacto que obligó a Verstappen a entrar en la escapatoria. Red Bull le indicó a Verstappen que cediera la posición a Russell, una orden que él siguió a regañadientes. Sin embargo, tres vueltas después, Verstappen chocó con Russell en la curva 5, una maniobra que Russell calificó de “deliberada” e “innecesaria”. Montoya, hablando en su podcast
MontoyAS, fue contundente: “Max perdió la cabeza. Es una locura conducir así cuando estás luchando por un campeonato”.
La crítica de Montoya refleja un sentimiento más amplio entre algunos en el paddock. El expiloto de McLaren y Williams, quien compitió en F1 de 2001 a 2006, argumentó que la agresión de Verstappen se pasó de la raya, poniendo en riesgo tanto su propia carrera como la estrategia de Red Bull. “Las reglas de la FIA son claras y concisas”, señaló Montoya, cuestionando si Red Bull debería haber sido más firme al gestionar a su piloto. La decisión de los comisarios de imponer una penalización de 10 segundos, que relegó a Verstappen del quinto al décimo puesto, fue considerada por algunos, incluido el campeón de 2016, Nico Rosberg, como demasiado indulgente, y se pidió una descalificación por bandera negra. Verstappen, ahora a 49 puntos del líder del campeonato, Oscar Piastri, admitió después de la carrera que el contacto “no estuvo bien” y se disculpó con su equipo, aunque evitó dar más detalles.Russell, que terminó cuarto, expresó su desconcierto ante las tácticas de Verstappen, comparando la maniobra con maniobras de simulación de carreras más que con los estándares de la F1. “He visto esas maniobras en karting, pero nunca en Fórmula 1”, declaró a Sky Sports F1, enfatizando el peligro de tales acciones a velocidades superiores a 225 km/h. El incidente no fue el único choque de Verstappen ese día; antes, había tenido un contacto con Leclerc, lo que provocó un estallido de ira por radio, alegando que el piloto de Ferrari merecía una sanción. Estos momentos acentuaron la frustración de Verstappen, agravada por la cuestionable estrategia de neumáticos de Red Bull, que cuestionó abiertamente durante la carrera.
Las consecuencias han intensificado el escrutinio sobre Verstappen, quien está a un punto de penalización de ser suspendido de una carrera. El director del equipo Red Bull, Christian Horner, instó a su piloto a “mantenerse limpio” en las próximas carreras, señalando que los puntos de penalización de un incidente previo con Lando Norris en Austria expirarán a finales de junio, lo que ofrece cierto alivio. Sin embargo, el Gran Premio de España expuso las grietas en la campaña del campeonato de Verstappen, con Piastri y Norris de McLaren dominando para un doblete. Montoya, aunque crítico, reconoció el talento de Verstappen, pero sugirió que su agudeza mental, a menudo una fortaleza, flaqueó bajo presión. “Se siente cómodo chocando y su equipo lo apoya, pero esto fue demasiado”, dijo, haciendo referencia al historial de carreras agresivas de Verstappen.La disputa entre Verstappen y Russell, que estalló en Catar el año pasado por un incidente en la clasificación, añade una dimensión personal a la controversia. Los aficionados de X se han expresado abiertamente: algunos elogian la sinceridad de Montoya, mientras que otros defienden el espíritu de lucha de Verstappen. A medida que avanza la temporada, el incidente plantea dudas sobre la consistencia de la FIA al penalizar la conducción agresiva y si la reputación de Verstappen influye en las decisiones de los comisarios. Por ahora, el Gran Premio de España sirve como recordatorio de la delgada línea entre la audacia y la imprudencia en el ámbito de alto riesgo de la F1, y las palabras de Montoya resuenan como una advertencia para la lucha por el título de Verstappen.