El jefe de Ducati sorprendió a todos al criticar públicamente al dúo de Bagnaia: “Siempre abre la boca para pedirle justicia a Peco, pero ver cómo corre, es muy decepcionante”.
En un cambio inesperado que generó una ola de reacciones en el mundo del motociclismo, el jefe de Ducati rompió el silencio para lanzar una crítica pública y contundente al dúo formado por Francesco Bagnaia, el actual piloto estrella del equipo. Las declaraciones hicieron un tono estándar, inusual e inusual en este tipo de declaración institucional.
“El problema no está solo en la pista. Siempre abre la boca para pedir justicia a Peco, sino que si observamos de cerca su actuación en las carreras recientes, es realmente decepcionante”, dijo el líder de Ducati en una entrevista de prensa italiana, dejando muchos perplejos.
Las palabras, que parecen estar dirigidas a la romántica par de Bagnaia, fueron interpretadas por muchos como una señal clara de que hay tensiones no resueltas dentro del equipo. La cifra de la pareja piloto ha ganado visibilidad en los últimos tiempos por sus comentarios sobre redes sociales y entrevistas, en las que Bagnaia defiende abiertamente las críticas a la prensa o las decisiones de la junta del equipo.
Sin embargo, estas intervenciones públicas parecen haber excedido los límites para algunos en la cumbre de Ducati. Para la alta gerencia, estos actos pueden interferir con el entorno interno del equipo y desestabilizar la concentración del piloto en momentos cruciales del campeonato.
No hubo respuesta oficial desde el séquito de Bagnaia, pero las fuentes cercanas indican que tanto él como su compañero se sintieron heridos por las declaraciones. La relación entre el ciclista y su equipo, que incluso recientemente parecía sólido después de que se puede ganar el título mundial, se puede romper gradualmente, impulsada por una serie de malos resultados y decisiones estratégicas cuestionables.
Los analistas deportivos señalan que este tipo de conflicto interno no es nuevo para Ducati, un equipo conocido tanto por su excelencia técnica como por sus tensiones con el uniforme. En el pasado, figuras como Jorge Lorenzo o Andrea Dovizioso experimentaron situaciones similares, en las que las relaciones personales se mezclaron con los resultados deportivos, generando fricciones difíciles.
Mientras tanto, los fanáticos están divididos. Algunos creen que el comentario principal de Ducati fue inapropiado y no profesional, argumentando que atacar el entorno personal del piloto no contribuye a nada al rendimiento del equipo. Otros, por otro lado, creen que era necesario “establecer límites” para las intervenciones externas que podrían influir en la dinámica del trabajo interno.
La verdad es que este episodio llega en un momento delicado para Bagnaia, que no cruza su mejor momento deportivo. El jinete italiano ahora enfrenta un doble desafío: recuperar su mejor nivel en la pista y, al mismo tiempo, administrar las crecientes tensiones dentro del equipo que una vez consideró su hogar.