El actor estadounidense Robert De Niro, ícono de Hollywood y conocido por su franqueza, ha vuelto a captar la atención pública tras responder con una contundente frase de nueve palabras a las críticas de la presentadora Megyn Kelly, quien lo calificó de “extremadamente estúpido” en medio de una creciente disputa en la industria del cine. Este enfrentamiento, que ha desatado titulares y reacciones en redes sociales, refleja las tensiones políticas y culturales que han dividido a Hollywood en los últimos años, especialmente tras recientes controversias sobre el papel del arte en la sociedad y las posturas de las celebridades frente a temas polarizantes.

Todo comenzó cuando Kelly, en su programa, cuestionó la influencia de De Niro en el panorama político, acusándolo de carecer de credibilidad y de usar su plataforma para atacar a figuras conservadoras, particularmente al expresidente Donald Trump. Kelly, conocida por sus opiniones provocadoras, señaló que las intervenciones de De Niro, como su discurso en el Festival de Cannes 2025 donde llamó a Trump “presidente filisteo”, eran irresponsables y contribuían a una guerra cultural en Hollywood. Según Kelly, estas acciones alienaban a una parte del público y debilitaban el prestigio de la industria cinematográfica.
De Niro, lejos de retroceder, respondió en una entrevista reciente con una frase breve pero cargada de intención: “No me callaré, la verdad debe prevalecer”. Estas nueve palabras, pronunciadas con su característico tono calmado pero firme, se han viralizado rápidamente, generando apoyo entre sus admiradores y críticas entre quienes consideran que las celebridades deberían abstenerse de opinar sobre política. Para muchos, esta respuesta encapsula la esencia de De Niro: un artista comprometido que no teme desafiar a sus detractores, incluso cuando ello implica arriesgar su imagen pública.
El contexto de esta disputa no es nuevo. De Niro ha sido un crítico abierto de Trump durante años, desde su viral declaración en 2016 de querer “darle un puñetazo” hasta su discurso en los Premios Gotham 2023, donde denunció la censura de sus comentarios contra el expresidente. Su activismo ha polarizado a la audiencia, con algunos elogiando su valentía y otros, como Kelly, acusándolo de alimentar divisiones. Esta “guerra” en Hollywood trasciende a De Niro y refleja un choque más amplio entre quienes ven el cine como un espacio para la resistencia política y quienes creen que el entretenimiento debe mantenerse neutral.
Las redes sociales han amplificado el debate, con hashtags que enfrentan a partidarios de De Niro y Kelly. Mientras algunos usuarios celebran al actor por su postura intransigente, otros respaldan a Kelly, argumentando que las celebridades no tienen la autoridad moral para dictar opiniones públicas. En un momento en que Hollywood enfrenta desafíos como la caída de taquilla y la competencia de plataformas digitales, esta controversia pone en relieve la dificultad de navegar un paisaje cultural fragmentado.
De Niro, a sus 81 años, sigue siendo una figura imponente, no solo por su legado cinematográfico sino por su disposición a entrar en la arena pública. Su respuesta de nueve palabras no solo desafía a Kelly, sino que reafirma su compromiso con la verdad, un mensaje que resuena en un mundo cada vez más dividido.