Barcelona, 8 de mayo de 2025 – El entrenador del FC Barcelona, Hansi Flick, no se contuvo al expresar su frustración tras el polémico empate contra el Inter de Milán en la fase de grupos de la Champions League. En una rueda de prensa cargada de emociones, el técnico alemán señaló a los árbitros como responsables de haber privado al equipo culé de una victoria que, según él, merecían. Sus declaraciones han generado revuelo y enviado un mensaje contundente a los organizadores de la competición.

“Desde la época de Xavi, hemos sido el equipo más odiado por los oficiales de la Liga y ahora en Europa. Nunca quieren vernos ganar en absoluto. Dominamos el partido contra el Inter y podríamos haber ganado fácilmente si no fuera por la decisión equivocada tomada”, afirmó Flick, refiriéndose a una controvertida decisión arbitral que marcó el rumbo del encuentro. Aunque no especificó el incidente, los aficionados y analistas apuntan a un posible penal no señalado o a una falta mal sancionada en un momento clave del partido.

El Barcelona mostró un juego dominante durante gran parte del encuentro, con una posesión abrumadora y múltiples ocasiones de gol. Sin embargo, una serie de decisiones arbitrales cuestionables, según Flick, impidieron que el equipo tradujera su superioridad en el marcador. “Mis jugadores lo dieron todo, controlamos el juego, pero no podemos luchar contra estas decisiones. Es frustrante”, añadió el alemán, visiblemente molesto.

Estas palabras llegan en un momento delicado para el Barcelona, que busca consolidarse como un contendiente serio en la Champions League tras años de decepciones. La afición culé, que ya ha expresado su descontento con el arbitraje en varias ocasiones esta temporada, ha respaldado las declaraciones de Flick, exigiendo mayor transparencia en las decisiones de los colegiados.
El mensaje de Flick no solo pone en tela de juicio la imparcialidad de los árbitros, sino que también sirve como un desafío a la UEFA para garantizar un trato justo en la competición. Con varios partidos clave por delante, el Barcelona necesita mantener la calma y canalizar esta indignación en el terreno de juego. La pregunta ahora es si estas declaraciones unirán aún más al equipo o añadirán presión en un momento crucial de la temporada. Lo cierto es que Flick ha dejado claro que no se quedará callado ante lo que considera una injusticia.