En un deporte donde cada milisegundo importa y la innovación a menudo es indistinguible de la exploración, la FIA, el organismo rector de la Fórmula 1, ha publicado una actualización sutil pero reveladora. En teoría, suena rutinario: un endurecimiento del reglamento técnico de 2026 relativo a los sistemas de control de temperatura de los neumáticos. Pero en el paddock, los rumores sugieren que es todo menos rutinario. ¿La verdadera historia? Puede que McLaren se haya adelantado mucho, y la FIA acaba de dar el primer paso para frenarlo.
La actualización que lo dice todo sin decir nada
Normalmente, las directrices técnicas de la FIA incluyen contexto, ya sea una declaración sobre seguridad, consistencia del rendimiento o equidad. ¿Esta vez? Silencio. Sin comunicado de prensa. Sin justificación detallada. Solo una discreta revisión del texto sobre sistemas de calefacción de neumáticos y gestión térmica pasiva, prohibiendo explícitamente los sistemas indirectos que influyen en la temperatura de los neumáticos fuera de los mecanismos preaprobados, como las mantas térmicas o la energía de frenado.
Para los aficionados que no estén familiarizados con los matices del reglamento de la F1, esto puede no parecer una sorpresa. Pero para quienes lo siguen de cerca, está claro que fue un golpe certero. La redacción de la norma cierra una laguna muy específica que, según muchos en el paddock, estaba siendo explotada por un solo equipo: McLaren.
La curiosa consistencia de McLaren
El ascenso de McLaren durante la temporada 2025 ha sido impresionante; demasiado impresionante, dirían algunos. Si bien su paquete aerodinámico y el equilibrio general del coche han sido elogiados, el rendimiento de sus neumáticos ha sido de otro nivel. A diferencia de sus rivales, que sufren la degradación en carreras más reñidas, los coches de McLaren parecen brillar. Aceleran más, durante más tiempo y con mayor consistencia, independientemente de las condiciones de la pista.
Mientras el discurso público se centra en la evolución del chasis y el rendimiento del piloto, los expertos técnicos apuntan a algo más difícil de alcanzar: un sofisticado sistema de control de temperatura de los neumáticos que de alguna manera funciona dentro de los límites de la legalidad, o al menos de lo que era legal.
El ritual de la parrilla trasera
El cambio de normativa de la FIA llega tras semanas de comportamiento inusual por parte de McLaren durante los procedimientos de parrilla previos a la carrera. Varios equipos notaron que McLaren retrasó el montaje de las ruedas traseras hasta el último segundo. A primera vista, esto podría interpretarse como una simple maximización del uso de la manta de neumáticos. Pero lo sospechoso es lo que ocurre en esos últimos segundos.
Los miembros del equipo bloquean deliberadamente la vista de los conductos de los frenos traseros. Los equipos de fotografía y filmación de alta resolución del paddock no tienen una visión clara. Los mecánicos forman escudos humanos alrededor de componentes críticos. Si bien esto podría considerarse un secretismo rutinario, la precisión y la repetición de estos actos han generado sospechas. Este no fue un incidente aislado. Ocurrió en todas las carreras.
FP3 como arma táctica
Y aún hay más. McLaren ha adoptado un enfoque inusualmente agresivo para los Entrenamientos Libres 3 (FP3), tradicionalmente una sesión de ajustes ligeros de configuración para la mayoría de los equipos. Sin embargo, McLaren acelera el ritmo más cerca de la clasificación. Esto tiene dos efectos: obliga a los rivales a reaccionar (y potencialmente compromete sus propios reglajes), pero también le da a McLaren una ventaja en la adquisición de datos térmicos. Esto aprende exactamente cómo responden sus neumáticos a la tensión en condiciones reales, creando un mapa que puede utilizarse para gestionar los neumáticos de forma más eficaz durante el fin de semana de carrera.
Sinergia entre la calefacción de frenos y los proveedores
Los rumores no terminan ahí. Algunos ingenieros de equipos rivales creen que el secreto de McLaren podría residir en la gestión del calor de los frenos, concretamente en una inteligente integración con los proveedores de sistemas de propulsión y frenos. La estrecha colaboración de McLaren con Mercedes y su socio en tecnología de frenos, Aabono, ha permitido el desarrollo de un sistema que canaliza sutilmente el calor de los frenos a los neumáticos de forma más consistente y eficiente, sin infringir jamás las normas.
En teoría, un sistema como este podría mantener la temperatura óptima de los neumáticos durante más tiempo en pista, lo que le daría a McLaren una ventaja significativa en agarre y desgaste. Pero al ser totalmente “indirecto” (sin cables, elementos calefactores ni transferencia de calor regulada), la FIA no ha podido actuar. Hasta ahora.
Comienza una guerra silenciosa
La nueva actualización del reglamento no menciona a McLaren, pero el momento en que se publica lo dice todo. Llega después de que el equipo no consiguiera su tercer podio consecutivo y en medio de una creciente tensión al desafiar el dominio de Red Bull y la inconsistencia de Ferrari. No es un castigo, sino una clara señal de advertencia.
Para los rivales, es luz verde para perseguir. La mejora implica que McLaren estaba un paso por delante, tanto técnica como estratégicamente. Ahora, con la diferencia acortada, el terreno de juego está teóricamente nivelado de nuevo. Para McLaren, sin embargo, significa que cada movimiento está ahora bajo la lupa.
El costo de ser demasiado inteligente
La Fórmula 1 tiene un largo historial de equipos que operan en la zona gris. Los motores de aceite de Mercedes, los alerones flexibles de Red Bull, la controversia sobre el flujo de combustible de Ferrari: cada uno de ellos es un ejemplo de cómo traspasar los límites entre lo escrito y lo previsto. McLaren se encuentra ahora en ese mismo territorio.
En un deporte donde la percepción es casi tan crucial como el rendimiento, el reciente dominio de McLaren ahora está teñido de sospecha. A partir de ahora, cada cambio en el comportamiento de los neumáticos, cada fluctuación en el rendimiento, se interpretará desde una perspectiva diferente. Y ese tipo de análisis podría ser tan desestabilizador como cualquier cambio de reglamento.
¿Y ahora qué pasa?
Si la ventaja de McLaren se reduce tras este cambio de normativa, se confirmarán las sospechas del paddock de que una laguna legal, y no solo un buen diseño, ha sido la base de su reciente éxito. Si el ritmo continúa, los rumores se intensificarán: ¿Acaso tenían un segundo as bajo la manga? ¿O el supuesto sistema no era tan crucial como creían sus rivales?
La respuesta pública de McLaren ha sido discreta. La directora del equipo, Andrea Stella, y el director ejecutivo, Zak Brown, han elogiado la ejecución del equipo, pero han evitado dar detalles sobre los procedimientos de la parrilla o el diseño de los conductos de freno. ¿Su lema habitual? “Actuamos dentro de las normas”.
Lo hicieron, hasta que las reglas cambiaron.
El panorama general
No se trata solo de McLaren. Se trata de cómo la F1 gestiona la innovación. La FIA está en la cuerda floja: fomenta la creatividad técnica, pero mantiene la claridad regulatoria. Dejar que un equipo se adelante demasiado con una innovación inesperada corre el riesgo de socavar el equilibrio competitivo. Pero imponer restricciones demasiado severas corre el riesgo de sofocar el ingenio.
Al actuar con discreción y precisión, la FIA intenta encontrar este equilibrio. Es una medida de contención, no de condena. Pero no se equivoquen: cambia la dinámica en la parte delantera de la parrilla.
Conclusión: Una encrucijada para McLaren
Puede que McLaren no sea culpable de ninguna irregularidad, pero sin duda es culpable de astucia. Y en la F1, la astucia se celebra, hasta que te hace quedar mal. El equipo se encuentra ahora en una encrucijada: continuar su ascenso en medio de una creciente desconfianza, o adaptarse de nuevo para mantenerse a la vanguardia en un deporte donde las reglas pueden cambiar de la noche a la mañana.
Lo que está claro es que McLaren ya no es solo un competidor: es la referencia. Y en la Fórmula 1, eso lo convierte en el objetivo.