El Campeonato de la PGA 2025 en Quail Hollow Club ha dado otro giro dramático, esta vez impulsado por un intenso intercambio entre las figuras más importantes del golf. Tras el decepcionante final del torneo de Rory McIlroy, descalificado por usar un driver TaylorMade Qi10 no conforme, Bryson DeChambeau aprovechó la oportunidad para lanzar una dura reprimenda. El domingo 18 de mayo de 2025, a las 13:57 +07, DeChambeau recurrió a las redes sociales para burlarse de McIlroy, declarando: «Es tan malo para estar en un ranking tan bajo, incluso muy por detrás de mí».
La salida de McIlroy se produjo después de que la Asociación de Golf de Estados Unidos (USGA) confirmara que había usado el driver ilegal durante las sesiones de práctica, lo que provocó su descalificación bajo la Regla 4.1. El norirlandés, que estaba 1 sobre par y empatado en 61 tras 54 hoyos, vio desmoronarse sus esperanzas de un tercer título de la PGA en medio de la controversia. El incidente ya ha generado un amplio debate, con la reportera de CBS Amanda Balionis defendiendo a McIlroy como víctima de un trato injusto.
DeChambeau, una destacada estrella de LIV Golf, aprovechó la situación, destacando su sólida actuación con -5 en 54 hoyos, lo que lo coloca firmemente en la contienda. Su provocación llegó mientras se prepara para la ronda final, donde busca desafiar a líderes como Scottie Scheffler (-11) y Alex Noren (-8). El golpe subraya la continua rivalidad entre los fieles al PGA Tour y los desertores de LIV Golf, con DeChambeau disfrutando de la oportunidad de eclipsar a su rival.
Los aficionados en redes sociales han reaccionado con contundencia: algunos aplauden la audaz confianza de DeChambeau, mientras que otros critican el momento oportuno de sus comentarios, calificándolos de irrespetuosos considerando los recientes problemas de McIlroy. El mundo del golf sigue dividido, y el incidente ha avivado la polémica en torno a las reglas del equipo y las rivalidades entre jugadores. A medida que se desarrolla la ronda final, todas las miradas estarán puestas en si DeChambeau puede respaldar sus palabras con una victoria o si Scheffler y Noren acallarán el revuelo.
Para McIlroy, las consecuencias siguen creciendo, con su legado bajo escrutinio. Las burlas de DeChambeau solo han intensificado la presión, preparando el terreno para un final dramático para un campeonato ya de por sí tumultuoso.