Última hora: La gran reacción de Red Bull ante la nueva resolución de McLaren tras las acusaciones.
El paddock de la Fórmula 1 está en ebullición tras el último veredicto de la FIA sobre el monoplaza MCL39 de McLaren, motivado por las acusaciones de rivales, en particular Red Bull, sobre los métodos de refrigeración de los neumáticos del equipo. La polémica, latente desde la temporada 2024, alcanzó su punto álgido tras la actuación dominante de McLaren en el Gran Premio de Miami de 2025. Las sospechas de Red Bull sobre la superior gestión de neumáticos de McLaren dieron lugar a una investigación exhaustiva por parte de la FIA, y las recientes conclusiones del organismo rector han provocado una respuesta enérgica del equipo con sede en Milton Keynes. Este hecho no solo ha reavivado el debate sobre la normativa técnica, sino que también ha puesto de relieve la feroz competencia en la élite del deporte.
Concesionarios de automóviles cercanos
La saga comenzó cuando Red Bull, con dificultades para igualar el ritmo de carrera de McLaren, planteó dudas sobre la legalidad de los sistemas de refrigeración de los neumáticos y los frenos traseros del MCL39. Informes de Auto Motor und Sport sugirieron que Red Bull había recurrido al uso de cámaras termográficas para supervisar las paradas en boxes de McLaren, observando temperaturas inusualmente bajas en los neumáticos cerca de las ventilaciones de los frenos. Estas observaciones alimentaron la especulación de que McLaren podría estar empleando un método ilegal, como la inyección de agua, para controlar la temperatura de los neumáticos, una práctica prohibida por el reglamento técnico de la F1. Las sospechas de Red Bull no eran nuevas; acusaciones similares surgieron en 2024, pero ni la FIA ni Pirelli encontraron pruebas que respaldaran las acusaciones de irregularidades.
Tras el imponente doblete de McLaren en Miami, donde Oscar Piastri y Lando Norris abandonaron la pista tras ellos, la FIA realizó una exhaustiva inspección del MCL39. La investigación se centró en el sistema de frenos trasero, considerado clave para que McLaren mantenga temperaturas óptimas en los neumáticos, lo que le otorga una ventaja significativa en condiciones de calor como las de Miami y Baréin. El 15 de mayo de 2025, la FIA anunció que el monoplaza de McLaren cumplía plenamente con el reglamento técnico de 2025, desestimando las acusaciones de Red Bull por infundadas. El veredicto supuso un duro golpe para Red Bull, que esperaba una resolución que frenara el dominio de McLaren.
La reacción de Red Bull fue rápida y sin complejos. El director del equipo, Christian Horner, si bien reconoció el sólido desempeño de McLaren, insinuó que el equipo continuaría examinando los diseños de sus rivales. “No estamos sugiriendo nada ilegal, pero McLaren claramente está haciendo algo extraordinario con la gestión de sus neumáticos”, dijo Horner, enfatizando la necesidad de transparencia en el deporte. El ingeniero jefe de Red Bull, Paul Monaghan, restó importancia a la idea de una solución “mágica”, destacando en cambio el ingenioso enfoque aerodinámico de McLaren para la gestión del calor. Mientras tanto, el asesor principal Helmut Marko expresó su frustración, describiendo la diferencia de rendimiento de Red Bull con respecto a McLaren como “deprimente” y estimándola en siete décimas por segundo por vuelta en Miami.
Concesionarios de automóviles cercanos
McLaren, por su parte, ha gestionado la situación con una mezcla de desafío y humor. El director ejecutivo Zak Brown bebió de una botella etiquetada como “Tire Water” durante el Gran Premio de Miami, una pulla descarada a las acusaciones de Red Bull. Desde entonces, Brown ha pedido medidas más estrictas contra las protestas frívolas, sugiriendo que se debería exigir a los equipos un depósito para disuadir las acusaciones infundadas. “Históricamente, los equipos han hecho acusaciones para inquietar a otros”, declaró Brown a RacingNews365. “Si Red Bull tiene pruebas, debería presentar una protesta formal y demostrar lo que dice”. El director del equipo McLaren, Andrea Stella, se hizo eco de esta opinión, instando a Red Bull a presentar pruebas concretas o a abandonar el asunto.
La comunidad de la F1 en general también ha intervenido. El director de Mercedes, Toto Wolff, desestimó las afirmaciones de Red Bull, elogiando el desarrollo “legítimo” de McLaren e instando a sus rivales a centrarse en mejorar sus propios coches. George Russell, piloto de Mercedes, se hizo eco de esta afirmación, afirmando: “Hay que reconocerle el mérito a quien lo merece: McLaren simplemente está haciendo un mejor trabajo”. Incluso la FIA ha respondido a la polémica, con su presidente, Mohammed Ben Sulayem, apoyando la propuesta de Brown de implementar medidas disuasorias financieras para evitar protestas innecesarias. Esta postura ha aislado aún más a Red Bull, cuya persistencia en cuestionar la legalidad de McLaren ha generado críticas por su comportamiento antideportivo.
Concesionarios de automóviles cercanos
A medida que avanza la temporada 2025, Red Bull se encuentra bajo presión para acortar distancias con McLaren, que ha ganado cinco de las seis primeras carreras y lidera ambos campeonatos. Según informes, el equipo está trabajando en un diseño de frenos inspirado en McLaren para mejorar el control de la temperatura de los neumáticos, con mejoras previstas para el próximo Gran Premio de Emilia Romagna. Sin embargo, con el veredicto de la FIA que refuerza la posición de McLaren, Red Bull se enfrenta a una ardua batalla para recuperar su antiguo dominio. La rivalidad entre estos dos equipos se perfila como uno de los temas clave de la temporada, con la innovación técnica y la política del paddock como protagonistas.
Esta controversia subraya lo mucho que está en juego en la Fórmula 1, donde cada ventaja se analiza con lupa y las rivalidades se extienden más allá de la pista. Mientras McLaren sigue marcando el ritmo, la reacción de Red Bull al veredicto revela su determinación de contraatacar, tanto en el circuito como en el ámbito técnico. Por ahora, McLaren se siente reivindicado, pero la batalla por la supremacía está lejos de terminar.