En un giro inesperado que ha dejado al mundo del fútbol y de los negocios en shock, Lamine Yamal, la joven estrella del FC Barcelona, ha rechazado de manera categórica un millonario acuerdo de patrocinio con Tesla, la compañía de Elon Musk. El anuncio, que se esperaba que fuera un hito histórico al unir a una de las mayores promesas del fútbol con una de las marcas más poderosas del mundo, fue declinado por el jugador de 17 años durante una conferencia de prensa celebrada hoy, 26 de mayo de 2025, a las 14:51 hora local en Barcelona.
Yamal, quien ha sido la sensación de LaLiga esta temporada con 15 goles y 12 asistencias, explicó su decisión con una claridad y madurez que dejó a todos sin palabras: “No puedo aceptar este patrocinio porque no creo que los valores de Tesla, especialmente en lo que respecta a la sostenibilidad real, estén alineados con lo que yo quiero representar. Sé que el fútbol mueve mucho dinero, pero también sé que tengo una responsabilidad con las generaciones futuras. No quiero que mi camiseta lleve el logo de una empresa que, en mi opinión, aún tiene mucho que demostrar en su compromiso con el planeta”. Estas palabras, pronunciadas con firmeza, resonaron en la sala de prensa y rápidamente se viralizaron en redes sociales.
El impacto de la declaración fue tal que incluso Elon Musk, conocido por su presencia activa en X y sus respuestas rápidas, no ha emitido comentarios hasta el momento, algo inusual para el magnate. Los medios internacionales no han tardado en reaccionar: desde ESPN hasta BBC, todos destacan la valentía de Yamal al priorizar sus principios éticos sobre un contrato que, según fuentes cercanas, habría alcanzado los 20 millones de euros anuales. Este rechazo no solo pone en el foco la relación entre el fútbol y los patrocinios corporativos, sino que también eleva a Yamal como un referente para los jóvenes que buscan un cambio en la industria.
El FC Barcelona, que inicialmente apoyaba el acuerdo como parte de su estrategia para modernizar su imagen, emitió un breve comunicado respetando la decisión de su jugador: “Lamine tiene derecho a tomar sus propias decisiones, y el club lo respalda completamente”. Mientras tanto, la afición culé ha aplaudido el gesto de Yamal, considerándolo un ejemplo de integridad en un deporte a menudo criticado por su comercialización. ¿Será este el comienzo de una nueva era en la que los futbolistas tomen el control de su imagen con base en sus valores? Solo el tiempo lo dirá, pero Lamine Yamal ya ha dejado una marca imborrable.