El pasado domingo, el estadio Poljud de Split fue testigo de un momento cargado de emoción que quedará grabado en la memoria de los aficionados al fútbol. Ivan Rakitić, la leyenda croata de 37 años, disputó su último partido en casa con la camiseta del Hajduk Split, contribuyendo con una asistencia clave para el gol que aseguró una victoria por 2-1 frente al Rijeka. Al abandonar el terreno de juego, el veterano mediocampista no pudo contener las lágrimas, derramándose en el banquillo en un gesto que conmovió a los presentes y desató una ola de reacciones en todo el mundo. Este encuentro marcó el preludio de un anuncio que promete estremecer al fútbol: Rakitić confirmará su retiro tras el último partido de la temporada contra el Šibenik, poniendo fin a una carrera extraordinaria que abarca clubes como el Sevilla, el FC Barcelona y el Hajduk, además de su legado con la selección de Croacia.
Rakitić no es solo un nombre en el fútbol; es un símbolo de entrega y talento. Su trayectoria comenzó a brillar en el Basel suizo, pero fue en el Sevilla donde se convirtió en una estrella. Durante su primera etapa en el club andaluz (2011-2014), lideró al equipo a una Europa League en 2014, ganándose el cariño de la afición con su visión de juego y su incansable trabajo en el mediocampo. Su fichaje por el FC Barcelona en 2014 marcó el inicio de una era dorada. En el Camp Nou, Rakitić se consolidó como un pilar fundamental, formando parte del histórico triplete de 2015 (Liga, Copa del Rey y Champions League). Su gol en la final de la Champions contra la Juventus permanece como uno de los momentos más icónicos de su carrera. Con 310 partidos, 36 goles y 42 asistencias en el Barça, Rakitić dejó una huella imborrable, siendo recordado por su sacrificio y su capacidad para conectar el juego.
Tras su paso por Barcelona, regresó al Sevilla en 2020, donde añadió otra Europa League a su palmarés en 2023, demostrando que su calidad seguía intacta. Sin embargo, su decisión de volver al Hajduk Split, el club de su infancia, en 2024, fue un gesto de amor por sus raíces. En Split, Rakitić no solo jugó, sino que inspiró a una nueva generación de futbolistas croatas. Su asistencia en el partido contra Rijeka fue un reflejo de su clase: un pase preciso que desató la euforia en las gradas. Pero lo que más impactó fue su reacción al salir del campo. Las lágrimas de Rakitić no eran solo por el adiós a Poljud, sino por el peso de una carrera que ha sido tanto un sueño como una lucha constante.
Con la selección de Croacia, Rakitić disputó 106 partidos y marcó 15 goles, siendo pieza clave en el subcampeonato mundial de 2018. Su liderazgo y versatilidad en el mediocampo fueron fundamentales para el éxito de una generación dorada junto a Luka Modrić. Ahora, a punto de colgar las botas, Rakitić deja un legado que trasciende los trofeos. Su humildad, profesionalismo y conexión con los aficionados lo han convertido en un ídolo en cada club que pisó.
El anuncio de su retiro, esperado tras el partido contra Šibenik, ha generado un torrente de emociones. En redes sociales, los aficionados del Barça, Sevilla y Hajduk han inundado las plataformas con mensajes de agradecimiento, destacando no solo su talento, sino su calidez humana. “Gracias, Rocketic, por todo lo que diste al fútbol”, escribió un usuario en X, resumiendo el sentir de muchos. Los medios croatas, como Index.hr, han elogiado su impacto en el Hajduk, señalando que su regreso elevó el nivel del equipo y revitalizó la pasión de la afición.
El adiós de Rakitić también invita a la reflexión. En un deporte dominado por el brillo de las estrellas, él siempre fue un trabajador incansable, alguien que ponía al equipo por encima de todo. Su salida del campo entre lágrimas no fue solo el fin de una era, sino un recordatorio de que el fútbol es, ante todo, una cuestión de pasión. Mientras se prepara para su última aparición, los ojos del mundo estarán puestos en él, no solo por lo que logró, sino por lo que representó: un jugador que jugó con el corazón.
El FC Barcelona, en un comunicado reciente, expresó su gratitud: “Ivan, siempre serás parte de nuestra familia”. Los hinchas del Sevilla y Hajduk han hecho eco de este sentimiento, organizando tributos para su despedida. Rakitić, por su parte, ha prometido seguir ligado al fútbol, posiblemente como entrenador o embajador, pero por ahora, su foco está en disfrutar sus últimos momentos en el campo. Su legado, sin embargo, ya está asegurado: Ivan Rakitić, el “Rocketic”, ha dejado una marca imborrable en el fútbol mundial.
