El mundo de la Fórmula 1 ha sido sacudido nuevamente por una confrontación acalorada entre McLaren y Red Bull, en el que McLaren-CEO Zak Brown ha expresado duros críticas de lo que él llama acusaciones “irreales” de las carreras de Red Bull. Las tensiones aumentaron durante el fin de semana del Gran Premio en Miami el 10 de mayo de 2025, cuando Brown pidió a la FIA para fingir a Red Bull por sus repetidas acusaciones sobre la legalidad del automóvil MCL39 de McLaren. Poco después, tanto el campeón mundial Max Verstappen como el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, se unieron al conflicto, haciendo que el asunto sea aún más explosivo.
El núcleo de la lucha gira en torno a las afirmaciones de Red Bull de que McLaren utiliza métodos ilegales para mantener sus neumáticos fríos, en particular al inyectar pequeñas cantidades de agua en los neumáticos para regular la temperatura y reducir el desgaste. Estas acusaciones aparecieron por primera vez en 2024, cuando Red Bull usó cámaras térmicas para investigar los neumáticos de McLaren. El proveedor de la FIA y los neumáticos Pirelli investigaron el caso en Brasil y no encontraron evidencia de violaciones, pero Red Bull continuó persistiendo. En Miami, la situación en la que Brown Red Bull desafió a presentar una queja oficial a la FIA, en lugar de expresar acusaciones “falsas” y “sinceras” a través de los medios de comunicación. Sugirió que los equipos que presentan protestas infundadas, una multa de al menos $ 25,000, tienen que pagar, una idea que fue sorprendentemente apoyada por Ben Sulayem, quien incluso propuso una multa de $ 50,000.
El rendimiento de Brown en Miami, donde bebió demostrativamente de una botella con la inscripción “Agua de neumáticos” durante un momento de prensa, fue una clara desprendimiento de Red Bull. Hizo hincapié en que los equipos que expresan acusaciones serias deben presentarlas formalmente y estar preparados para soportar los costos si están equivocados. “Este tipo de acusaciones frívolas solo pretenden distraer”, dijo Brown, refiriéndose a la estrategia de Red Bull. Su llamado fue apoyado por el jefe del equipo de Mercedes, Toto Wolff, quien notó que las quejas de Red Bull a menudo parecen infundadas y desvían la atención de sus propios problemas.
Max Verstappen, el conductor estrella de Red Bull, respondió ferozmente a las declaraciones de Brown. Llamó a las acusaciones sobre los neumáticos de McLaren “sin sentido” y enfatizó que no se distrae por tales historias. “He estado en F1 durante diez años y no pierda el tiempo en este tipo de rumores”, dijo Verstappen a la prensa. Señaló que los equipos siempre están tratando de atraparnos en trucos técnicos, pero que las sugerencias de McLaren sobre el automóvil de Red Bull, como un supuesto enfoque de babero ilegal en 2024, también resultaron infundadas. El jefe del equipo de Verstappen, Christian Horner, estuvo de acuerdo y le recordó que el propio McLaren hizo preguntas sobre la suspensión delantera de Red Bull en 2024, lo que muestra que este tipo de acusaciones son inherentes a la naturaleza competitiva del deporte.
El presidente de la FIA, Ben Sulayem, trató de calmar las mentes enfatizando que las acusaciones siempre deben ir acompañadas de evidencia concreta y una queja formal. “No se puede acusar a nadie sin una queja por escrito, y esa protesta debería costar dinero”, dijo, con lo que apoyó la propuesta de Brown. Agregó que la FIA está investigando el caso, pero que no se han encontrado evidencia de prácticas ilegales en McLaren. Sin embargo, este puesto fue criticado por algunos fanáticos en X, que especuló sobre posibles conflictos de intereses debido a la antigua amistad entre Ben Sulayem y Brown, una relación que se unió en el pasado pero ahora parece profesional.
La rivalidad entre McLaren y Red Bull es particularmente intensa esta temporada, con McLaren a la cabeza en el campeonato de los constructores gracias a la fuerte actuación de Lando Norris y Oscar Piastri. Red Bull, que está luchando con problemas en el RB21, siente la presión y parece desviar la atención de sus propias deficiencias a través de acusaciones. Mientras tanto, McLaren se mantiene enfocado en la pelea por el título, con Brown, quien exige más transparencia y reglas más estrictas para desalentar las protestas infundadas.
Esta saga enfatiza la competencia feroz y los juegos políticos en la Fórmula 1. Mientras McLaren y Red Bull compiten por la supremacía, la respuesta de la FIA a este problema será crucial para mantener un deporte justo. Los fanáticos esperan ansiosamente los siguientes desarrollos, tanto en el trabajo.