El universo del hip-hop se estremeció el 12 de abril de 2025 cuando Baka Not Nice, aliado inseparable de Drake, dejó caer una bomba en Hot 97. En una entrevista candente, confesó que había preparado una respuesta feroz a las recientes provocaciones de Kendrick Lamar, con líricas tan crudas que prometían avivar su histórica rivalidad. Sin embargo, en un giro inesperado, Drake intervino y lo detuvo, ordenándole que guardara silencio. “Tenía versos listos para destrozarlo, pero Drizzy me dijo: ‘Para, no es el momento’”, reveló Baka. Esta confesión, viralizada en X con millones de reacciones bajo #DrakeVsKendrick, ha desatado un torbellino de especulaciones: ¿por qué Drake frenó a su compañero, y qué significa esto para su enfrentamiento con Lamar?
La chispa se encendió tras un freestyle de Lamar en marzo de 2025, donde lanzó dardos velados, llamando a ciertos raperos “falsos reyes” y aludiendo a controversias legales que muchos vincularon con el caso de Diddy, salpicando a Drake. Baka, conocido por su lealtad y su estilo directo en temas como Live Up to My Name, sintió la ofensa como personal. Según él, escribió un track “sin filtros”, diseñado para contraatacar el flow introspectivo de Lamar y exponer sus supuestas contradicciones. “Iba a ser fuego puro, algo que lo haría pensárselo dos veces”, dijo, dejando entrever que su respuesta tocaba temas sensibles sobre la credibilidad callejera de Kendrick.

Pero Drake, en plena tormenta mediática por rumores de vínculos con Diddy, optó por la contención. Fuentes cercanas al rapero, citadas en XXL, sugieren que teme que una guerra lírica reabra heridas del pasado, como su derrota percibida en la batalla de 2015 con Back to Back enfrentándose a Control. En X, los fans están divididos: algunos aplauden la madurez de Drake, con memes de “Drizzy esquivando balas”, mientras otros lo acusan de temer un nuevo revés, usando #BakaShouldveDroppedIt. La decisión también refleja su enfoque actual: tras el éxito de For All the Dogs 2, con 800,000 copias vendidas, Drake parece priorizar su legado sobre peleas públicas.

Para Baka, el veto de Drake fue un trago amargo. Su papel en OVO Sound, a menudo como apoyo en la sombra, choca con su deseo de defender el equipo. “Soy un soldado, pero el jefe manda”, admitió, aunque su tono sugería frustración. Kendrick, por su parte, no ha reaccionado, manteniendo su habitual hermetismo, lo que alimenta teorías de que planea un próximo golpe lírico. Mientras tanto, el hip-hop espera, conteniendo el aliento.

Este episodio resalta la dinámica de poder en el círculo de Drake y la cautela en una industria donde cada verso puede ser un arma. ¿Evitó Drake una trampa, o perdió una oportunidad de reafirmarse? Con Baka en silencio y Kendrick al acecho, la saga promete más capítulos. Por ahora, el micrófono está apagado, pero el eco de lo que pudo ser resuena en cada rincón de X.