Un reciente descubrimiento paleontológico una vez más vuelve boca abajo lo que pensamos sobre la evolución de las serpientes. Hace unos 95 millones de años, una serpiente fósil perfectamente conservada reveló un detalle que se intriga: este reptil primitivo todavía tenía piernas funcionales, prueba irrefutable de un vínculo en evolución directa con sus antepasados lagarto.

Fue en el corazón de un sitio fosilífero en América del Sur que el equipo de investigadores internacionales descubrió este espécimen excepcional. Llamada “Najash Rionegrina” en homenaje a una serpiente mitológica mencionada en la Biblia, este animal midió unos cincuenta metros y presentó una morfología única: un cuerpo largo y serpentiforme, pero dotado de dos pares de piernas traseras bien desarrolladas. Una característica que atrajo inmediatamente la atención de la comunidad científica, ya que cuestiona ciertas hipótesis sobre la velocidad y el método de desaparición de los miembros en serpientes ancestrales.

Según el paleontólogo Fernando Garberoglio, quien dirige las excavaciones, “este descubrimiento confirma que las serpientes no han perdido a sus miembros de la noche a la mañana. Este es un proceso gradual que tuvo lugar durante millones de años, probablemente relacionado con sus fueis o su estilo de vida acuático”. Las piernas de este prehistórico serpenteo no fueron simples vestiges inactivos: todavía incluían las articulaciones de las articulaciones, y ciertas tasas de óseas sugieren que las piernas de esta serie prehistórica no fueron vestigas simples: todavía incluían las articulaciones de las articulaciones, y ciertas tasas de óseas sugieren que las piernas de esta serie previa.

El hallazgo de Najash no es un caso aislado, pero es uno de los especímenes más completos jamás descubiertos. El primer fósil de las piernas en las piernas se había informado en la década de 2000, pero a menudo fragmentario e incompleto. Esta vez, la calidad de la preservación permite a los científicos examinar en detalle la anatomía de estos miembros y desarrollar nuevas hipótesis en el entorno en el que evolucionan estos reptiles. Algunos argumentan que vivían en madrigueras subterráneas o en entornos semiaquáticos, donde sus piernas aún podían ofrecer una ventaja evolutiva.
Para la comunidad científica, este descubrimiento representa un hito importante para comprender la transición evolutiva de los reptiles a formas más adecuadas para la rampa. También proporciona una respuesta a un antiguo debate: las serpientes descienden bien de un antepasado a cuatro patas, no una línea completamente diferente. “Ya sabíamos que las serpientes tenían vestigios internos de piernas, como pequeños huesos pélvicos”, dijo el profesor Michael Caldwell, especialista en evolución de reptiles. “Pero ver un espécimen tan bien preservado, con miembros claramente visibles, es una prueba extraordinaria”.
La noticia despertó la admiración del público en general, pero también una cierta controversia. Cerreos paléontólogos Rappelent Que la Datation Precise et l’Ertatation Morphologique nécessitent encore d’Atres études comparados. DES Analize Complementaires, Notamment par Imagerie 3d et Microscopie, Sont déjà en curs
Este descubrimiento destaca la increíble complejidad de la evolución y recuerda que, a pesar de todos los avances tecnológicos, la naturaleza continúa manteniendo muchos secretos enterrados en sus capas geológicas. Para los científicos, cada fósil es una página de un libro gigantesco cuyos capítulos aún aún no se han descifrado.
Mientras se planean nuevas excavaciones para explorar los alrededores del sitio de Najash, los entusiastas de la paleontología contienen la respiración. Quizás bajo el polvo de estas capas Millennial todavía están ocultando otras pistas fascinantes sobre la misteriosa evolución de estos maestros de rampas que son serpientes.