El nombre de Flavio Briatore vuelve a estar en el centro de la atención en el mundo de la Fórmula 1 tras una declaración que no dejó indiferente a nadie dentro del paddock. El asesor ejecutivo de Alpine confirmó que está evaluando seriamente la posibilidad de reemplazar al joven piloto argentino Franco Colapinto por lo que él mismo definió como “uno de los mejores pilotos disponibles” para acompañar a Pierre Gasly en la temporada 2025. Una afirmación que, como era de esperar, provocó un verdadero terremoto mediático y deportivo.

Desde su regreso a la gestión en Alpine, Briatore nunca ha ocultado su estilo directo ni su mano dura a la hora de tomar decisiones. “Estamos en la fase final de un proyecto y necesitamos lo mejor para competir al máximo nivel. No podemos conformarnos con menos”, declaró el italiano en una entrevista reciente. Sus palabras dejaron en el aire la sensación de que el futuro inmediato de Colapinto dentro del equipo francés pende de un hilo.
Sin embargo, la respuesta de Colapinto no tardó en llegar y sorprendió a más de uno. El piloto argentino, que en pocos meses había conquistado el corazón de los aficionados con su talento y determinación, lanzó un ultimátum breve pero contundente de apenas quince palabras que, según fuentes cercanas al equipo, hicieron que Briatore se arrepintiera instantáneamente de su comentario inicial. Aunque no se reveló públicamente el contenido exacto de esas palabras, lo cierto es que generaron un clima de tensión en los pasillos de Enstone y en el propio entorno del asesor italiano.
La prensa argentina y europea coincidió en destacar la valentía del joven corredor. Con apenas 21 años, Colapinto se enfrenta a un desafío que podría marcar su carrera: defender su lugar en la parrilla contra las presiones de uno de los hombres más influyentes y polémicos de la Fórmula 1 moderna. “No estoy aquí para ser un pasajero, quiero ser parte del futuro del equipo”, habría asegurado Colapinto en conversaciones privadas, mostrando la misma firmeza que dentro del monoplaza.
El contexto no puede ser más delicado. Alpine atraviesa una etapa en la que los resultados no han estado a la altura de las expectativas. La alianza con Renault busca revitalizar un proyecto que, tras años de altibajos, necesita estabilidad y un golpe de autoridad. Pierre Gasly, que se ha consolidado como el líder natural de la escudería, espera un compañero capaz de rendir al máximo nivel, tanto dentro como fuera de la pista. De ahí que la elección del segundo asiento sea una cuestión estratégica de primer orden.
Para muchos analistas, la jugada de Briatore no solo responde a criterios deportivos sino también mediáticos. La llegada de un piloto con experiencia y renombre internacional podría darle visibilidad y confianza a un equipo que necesita volver a estar en el foco positivo de la Fórmula 1. Sin embargo, dejar en segundo plano a un talento emergente como Colapinto podría significar perder la frescura y el carisma que él representa, especialmente en un mercado latinoamericano que cada vez cobra mayor importancia para el campeonato.
El propio Gasly, consultado sobre la situación, prefirió mantenerse prudente, aunque dejó entrever su respeto por su actual compañero. “Franco tiene un potencial enorme. Ha demostrado en muy poco tiempo que merece estar aquí. Pero las decisiones no dependen de nosotros los pilotos”, afirmó el francés, evitando entrar en una polémica que podría alterar la química dentro del box.
Las próximas semanas serán decisivas para el futuro de Colapinto. El argentino sabe que no basta con las palabras y que la pista será su mejor argumento. Cada clasificación, cada adelantamiento y cada punto sumado puede convertirse en la prueba irrefutable de que Alpine no debe dejarlo escapar. “Estoy preparado para demostrar de qué estoy hecho”, comentó en un tono que dejó claro que no está dispuesto a ceder terreno sin luchar hasta el final.
El efecto inmediato del ultimátum parece haber frenado los planes de Briatore, al menos de forma temporal. Algunos medios italianos aseguran que el asesor reconoció en privado que subestimó el carácter de Colapinto y que su reacción lo obligó a reconsiderar los próximos movimientos. Una admisión que, viniendo de un hombre tan experimentado y seguro de sí mismo, resulta casi tan sorprendente como la situación en sí.
En definitiva, lo que parecía una simple declaración de intenciones terminó convirtiéndose en un pulso de poder entre un joven que quiere abrirse camino y un dirigente acostumbrado a imponer su visión. El desenlace aún está abierto, pero una cosa es segura: Franco Colapinto no pasará desapercibido en la temporada 2025, ya sea como piloto de Alpine o como protagonista de una de las historias más intensas del año en la Fórmula 1.