Una momia femenina bien conservada, que data de más de 3.000 años, ha sido descubierta dentro de un ataúd sin abrir en la ciudad de Luxor, al sur de Egipto.
El sarcófago fue uno de los dos descubiertos a principios de este mes por una misión francesa en la parte norte de la necrópolis de El-Asasef, en la orilla oeste del Nilo.
El primero ya había sido abierto y examinado por funcionarios de antigüedades egipcios, pero la revelación del segundo el sábado marcó la primera vez que las autoridades abrieron un sarcófago invisible ante la prensa internacional.
El ministro egipcio de Antigüedades, Khaled Al Anani, dijo: “Uno de los sarcófagos era del estilo de la dinastía XVII, mientras que el otro databa de la dinastía XVIII.
Las dos tumbas estaban presentes con sus momias en su interior. La XVIII Dinastía se remonta al siglo XIII a. C., un período marcado por algunos de los faraones más famosos, como Tutankamón y Ramsés II.
Situada entre las tumbas reales del Valle de Reines y el Valle de los Reyes, la necrópolis de El-Asasef es el lugar de enterramiento de nobles y altos funcionarios cercanos a los faraones.
La tumba pertenece a Thaw-Irkhet-Fi, supervisor de la momificación en el montículo del templo de Karnak, según el ministerio.
Entre los descubrimientos de la tumba había cinco máscaras coloridas y aproximadamente 1.000 estatuas Ushabti, figuras en miniatura de sirvientes que servían a los muertos en el más allá.
Se retiraron trescientos metros cúbicos de escombros durante cinco meses para descubrir la tumba, que contenía coloridas pinturas en el techo que representaban al propietario y su familia.
Egipto ha revelado más de una docena de antiguos descubrimientos desde el inicio de la revuelta política de 2011. El país espera que estos descubrimientos impulsen su imagen en el extranjero y reaviven el interés de los viajeros que antes acudían en masa a sus templos faraónicos y sus icónicas pirámides, pero que han evitado el país desde la revuelta política de 2011.