En una declaración sorprendente e inesperada que ya ha encendido una tormenta en las redes sociales y los círculos de entretenimiento, el legendario líder de los Beatles, Sir Paul McCartney, se ha negado públicamente a participar en cualquier celebración del Mes del Orgullo, denunciando lo que describió como el “movimiento WOKE moderno” como inmerecedor de recuerdo cultural.
El ícono musical de 82 años, considerado durante mucho tiempo un símbolo de paz y tolerancia, hizo estas declaraciones durante una sesión de preguntas y respuestas improvisada en un simposio artístico privado en Londres. Cuando se le preguntó si tenía planes de celebrar el Mes del Orgullo o apoyar causas LGBTQ+ este año, McCartney respondió con contundencia:
No lo celebro. No lo haré. WOKE no merece ser recordado, sino reflexionado. Se ha convertido en una máquina de vergüenza y división, no de inclusión.
Un cambio sorprendente de una leyenda de la música
Si bien McCartney ha apoyado previamente una amplia gama de causas humanitarias, desde los derechos de los animales hasta los movimientos contra la guerra, esto marca un cambio radical respecto a la imagen pública cuidadosamente neutral que ha mantenido durante décadas.
Continuó:
La gente ha secuestrado el amor y la paz para impulsar la censura, la culpa y el pensamiento colectivo. Ya no se trata de comprender a los demás, sino de silenciar a quienes piensan diferente.
Fuentes presentes en el evento dijeron que la sala quedó en silencio mientras McCartney explicaba lo que llamó la “tiranía de la afirmación forzada”, comparando el clima actual con la supresión del libre pensamiento en los años 60.
En aquel entonces, luchábamos por el derecho a ser escuchados. Hoy, la gente lucha por el derecho a cancelar a cualquiera que no publique la bandera o el hashtag correcto.
Se producen reacciones violentas e indignación
Como era de esperar, los comentarios de McCartney han generado indignación en redes sociales. Activistas LGBTQ+, aficionados a la música y famosos han expresado su decepción, y muchos han calificado su declaración de “fuera de onda” y “profundamente hiriente”.
El cantante y defensor abierto de los derechos LGBTQ+ Sam Smith publicó una reacción breve pero concisa en X (anteriormente Twitter):
Las leyendas también caen. Desgarrador.
Otros, sin embargo, han apoyado a McCartney, aplaudiendo su valentía al hablar en contra de lo que consideran una extralimitación cultural. El comentarista conservador Ben Shapiro publicó:
“Paul McCartney se convirtió una vez más en el músico más punk rock del mundo”.
Silencio del patrimonio de los Beatles — Por ahora
Hasta el momento, no ha habido ninguna declaración oficial del equipo de McCartney ni de los herederos de sus compañeros Beatles. Sin embargo, la página oficial de Abbey Road Studios retiró discretamente su banner arcoíris la noche del martes, lo que avivó las especulaciones de que las opiniones de McCartney podrían representar un sentimiento más amplio dentro de la comunidad del rock tradicional.
El debate sobre el “woke” y el orgullo continúa
McCartney concluyó su discurso con una nota sombría:
No estoy en contra del amor. Estoy en contra de obligar a la gente a practicarlo. El amor, por su propia naturaleza, debe ser libre, no obligatorio.
Estos comentarios se producen en medio de la creciente tensión global por la politización de los eventos del Orgullo, especialmente en países donde los derechos LGBTQ+ se han convertido en un tema polarizante. Queda por ver si las palabras de McCartney serán recordadas como una postura audaz o un lamentable paso en falso, pero una cosa es segura: el debate se ha reavivado.