Tras casi 20 años de cautiverio y maltrato, el 20 de agosto de 1994, la elefanta Tyke se rebeló, mató a su entrenador y escapó del circo en Hawái. Tyke disfrutó solo media hora de libertad antes de ser asesinada a tiros con 87 balas. Capturada en Mozambique en 1973, la elefanta Tyke fue entrenada para espectáculos circenses desde temprana edad. Tras ser reubicada en Estados Unidos, Tyke fue vendida rápidamente a Hawthorn Corporation, una empresa especializada en el suministro de animales a circos. Desafortunadamente, la elefanta sufrió años de maltrato a manos de sus entrenadores. Era solo cuestión de tiempo antes de que se rebelara y se liberara. Ese fatídico día de 1994, los hawaianos vieron las calles donde vivían manchadas de sangre de elefante.

Tras escapar del circo, el elefante Tyke vagaba por las calles de Honolulu, Hawái (EE. UU.). Foto: Wikimedia Commons
Tras varias presentaciones en Estados Unidos continental, Tyke fue trasladado a Honolulu, la capital de Hawái. El animal de 21 años fue llevado al Centro Neal S. Blaisdell para más presentaciones. Pero Tyke tenía sus propios planes. No solo mató a su entrenador, sino que también hirió gravemente a su cuidador, todo ello ante un público horrorizado.
Intentando escapar desesperadamente, Tyke se liberó frenéticamente del circo, corriendo por las calles. Mientras corría, Tyke disfrutó de una libertad que no había experimentado en veinte años. Pero, por desgracia, la alegría de la libertad duró poco: Tyke fue rodeado por la policía y asesinado por 87 balazos.

El elefante Tyke fue trágicamente rodeado y sacrificado por la policía. Foto: Pinterest
Una vida en cautiverio
Tyke no ha tenido una vida fácil. Desafortunadamente, sus experiencias no han sido inusuales. Como muchos elefantes capturados en su hábitat natural y vendidos a la Corporación Hawthorn, Tyke se vio obligada a trabajar como artista de circo desde muy joven.
Nacido a principios de la década de 1970 en Mozambique, Tyke fue capturado de cachorro y sometido a un riguroso entrenamiento. Algunos de sus antiguos entrenadores, como Tyrone Taylor, afirmaban sentir un profundo cariño por Tyke. Pero no cabía duda de que las condiciones de vida de este elefante africano eran inhumanas.

El elefante Tyke con su entrenador Tyrone Taylor, tras uno de sus intentos de escape. Foto: Facebook
Encadenado 22 horas al día, Tyke pasaba el resto del tiempo en sesiones de entrenamiento llenas de gritos, regaños y maltrato. La exentrenadora de elefantes Sally Joseph admitió que Tyke era un atleta infeliz. Pero en lugar de rendirse, el elefante africano comenzó a contraatacar.
Desde sus ataques a sus entrenadores hasta su furia en el ring, era evidente que Tyke solo quería escapar del circo. En abril de 1993, Tyke se puso extremadamente nervioso durante una actuación en Altoona, Pensilvania (EE. UU.). Durante el espectáculo, el animal logró liberarse de la cadena e intentó escapar.

Elephant Tyke pisoteó hasta la muerte a su entrenador Allen Campbell frente a una audiencia.
“Fue entonces cuando me di cuenta de que se había escapado”, dijo el entrenador Taylor, temiendo que un arrebato posterior fuera peor. Pero nadie prestó atención a esas señales de advertencia.
La trágica muerte de Tyke
Era el 20 de agosto de 1994 y Tyke acababa de llegar a Hawái. La trasladaron a Honolulu para actuar en el Centro Neal S. Blaisdell, donde el público esperaba con ansias un espectáculo espectacular con animales.
Para cuando Tyke fue llevada a la abarrotada arena, había pasado la mayor parte de su vida en cautiverio. Resentida, Tyke desafió años de entrenamiento y pateó a su cuidador, William Beckworth, para tirarlo al suelo.
Al principio, la multitud no se preocupó demasiado. “Pensábamos que era parte del espectáculo”, explicó un testigo. Pero la multitud se dio cuenta rápidamente de que algo andaba mal cuando intervino el entrenador Allen Campbell.
