La llegada de Trent Alexander-Arnold al Real Madrid ha desatado una tormenta a Santiago Bernabéu que pocos podrían anticipar. El lado derecho inglés, uno de los talentos más destacados de su generación, ha sacudido el armario de Madrid con su primera decisión importante después de firmar con el club: obtener la icónica camisa número 10, hasta ahora en manos de Luka Modrić. Esta elección, que muchos han descrito como un audaz, ha generado una reacción inmediata de Kylian Mbappé, quien habría lanzado un ultimátum al club: “Si eso sucede, me iré aquí”. El revuelo no solo ha captado la atención de los fanáticos, sino que también pone en duda en un equipo lleno de estrellas.

La transferencia de Alexander-Arnold al Real Madrid tuvo lugar después de meses de negociaciones, y el White Club aprovechó el hecho de que el jugador de 26 años terminó con el contrato con Liverpool. Según las fuentes como una marca y la declaración oficial del Real Madrid, el acuerdo vincula el inglés con el club hasta 2031, y se pagaron 10 millones de euros a Liverpool para garantizar su participación en la Copa Mundial del Club que comienza el 13 de junio de 2025. Su llegada responde a la necesidad de reforzar la ala derecha después de la lesión de Dani Carvajal, pero que nadie esperaba que su primera acción sea tan contrvocers. El número 10, históricamente asociado con jugadores como Ferenc Puskás, Zinedine Zidane y Modrić, es un símbolo de creatividad y liderazgo, más típico de los medios ofensivos o frontales que desde el lado, por ofensivo que sea.
Luka Modrić, a los 39 años, sigue siendo una figura venerada en el Real Madrid. Aunque su papel en el equipo ha disminuido esta temporada, la camisa 10 sigue siendo un emblema de su legado. La decisión de Alexander-Arnold de reclamarlo, con el aparente apoyo de la Directiva, ha sido vista como una declaración de intenciones. Los ingleses, conocidos por su visión del juego y sus pases milímetro, parece querer trascender el papel tradicional del lado derecho, posicionándose como un pilar creativo en el esquema Xabi Alonso. Sin embargo, esta elección ha desatado las tensiones internas, especialmente con Kylian Mbappé, quien, según los rumores, esperaba heredar el número 10 después de la eventual desviación de Modrić.

Mbappé, quien llegó al Real Madrid en el verano de 2024 después de una transferencia gratuita de Paris Saint-Germain, ha tenido un comienzo irregular en el club. A pesar de su salario anual de 15 millones de euros y una bonificación de firma de 117.5 millones, según el periodista Marçal Lorente, su actuación no ha cumplido completamente con las expectativas. La posibilidad de Alexander-Arnold, un recién llegado, apropiado de tal número simbólico ha sido interpretada por el francés como una afrenta. Su ultimátum, según fuentes cercanas al vestuario, refleja su frustración y su deseo de mantener un estado de liderazgo en el equipo. La situación prueba la capacidad de Xabi Alonso para administrar un disfraz lleno de egos y personalidades.
El conflicto sobre el número 10 no es solo una cuestión de símbolos, sino también de dinámica de potencia. Alexander-Arnold, quien llega con un salario de 15 millones de euros por año, según el Sun, se encuentra en la élite salarial del club, solo por debajo de Mbappé, Vinícius Jr., Jude Bellingham y David Alaba. Su decisión de tomar el número 10 podría ser una forma de marcar el territorio, pero también un riesgo. En Liverpool, donde usaba Dorsal 66, nunca tuvo problemas con las reglas de la Premier League, pero en Laliga, el RFEF limita los dorsales a los números de 1 a 25 para los jugadores del primer equipo, lo que lo obligó a elegir uno nuevo. La elección de 10, sin embargo, no estaba en los planes de muchos, especialmente Mbappé.
El Real Madrid, que está preparado para la Copa Mundial de Clubes, ahora enfrenta un desafío adicional: mantener la cohesión del equipo. La prensa, desde la línea de Bloomberg, ha resaltado la importancia estratégica de esta firma, pero también las complicaciones que trae. ¿Alexander-Arnold cederá a la presión de Mbappé? ¿O los franceses continuarán con su amenaza de abandonar el club? Por ahora, Santiago Bernabéu es un semillero de especulaciones, y el mundo del fútbol espera el próximo capítulo de esta saga. Lo único claro es que la llegada de Alexander-Arnold no ha pasado desapercibida, y su impacto, para bien o para mal, ya está marcando la temporada.