El Gran Premio de España 2025 será recordado no solo por la acción en la pista, sino por el escándalo que protagonizó Lance Stroll en el garaje de Aston Martin, un incidente que ha desatado una tormenta de controversia en el mundo de la Fórmula 1. El piloto canadiense, hijo del propietario del equipo, Lawrence Stroll, se vio envuelto en un episodio de furia tras una decepcionante sesión de clasificación en el Circuito de Barcelona-Cataluña, que lo dejó eliminado en la Q2. Según fuentes cercanas al equipo, reportadas por la BBC, Stroll no solo insultó a varios miembros de su escudería, sino que también causó destrozos en el garaje, rompiendo herramientas y equipo técnico en un arranque de frustración. Este comportamiento, combinado con su retirada del Gran Premio por una supuesta lesión en la muñeca, ha generado un debate acalorado sobre su futuro en el equipo y en la categoría reina del automovilismo.

El sábado de clasificación en Montmeló fue un día complicado para Stroll. Tras registrar un tiempo de 1:13.058, quedó 0,535 segundos por detrás de su compañero de equipo, Fernando Alonso, quien avanzó a la Q3 y aseguró la décima posición en la parrilla. Esta diferencia de rendimiento no es algo nuevo: Stroll ha sido superado por Alonso en las últimas 25 sesiones de clasificación consecutivas, una racha que ha intensificado las críticas hacia su desempeño. La eliminación en Q2 fue la gota que colmó el vaso, y según los informes, el piloto canadiense estalló en cólera al regresar al garaje. Testigos citados por la BBC relataron que Stroll lanzó insultos a varios miembros del equipo y, en un arranque de ira, dañó objetos en el box de Aston Martin. Aunque un portavoz del equipo minimizó el incidente, admitiendo simplemente que “Lance estaba molesto”, la magnitud de las acusaciones ha puesto al equipo en una posición incómoda.
A este escándalo se suma la controversia por la retirada de Stroll del Gran Premio. Oficialmente, Aston Martin comunicó que el piloto no participaría en la carrera del domingo debido a dolores recurrentes en la mano y la muñeca, relacionados con una lesión sufrida en un accidente de ciclismo en 2023. Este problema, que requirió cirugía en su momento, habría resurgido en las últimas seis semanas, según el equipo. Sin embargo, algunos reportes, como los de ‘Radio Paddock’ citados por Car and Driver, sugieren que la lesión pudo haberse agravado durante el propio arranque de furia de Stroll en el garaje, cuando habría golpeado objetos, causando o exacerbando el daño en su muñeca. Esta versión, aunque no confirmada oficialmente, ha alimentado especulaciones sobre la veracidad de la explicación médica proporcionada por Aston Martin.
La situación se complicó aún más por un incidente relacionado con las regulaciones de la FIA. Tras la clasificación, Stroll no se presentó de inmediato al pesaje obligatorio, una infracción que llevó a una investigación por parte de los comisarios. Según el veredicto de la FIA, el piloto salió del monoplaza y abandonó el garaje por la parte trasera, evitando el procedimiento requerido. Stroll justificó su ausencia argumentando dolor intenso y la necesidad de atención médica urgente, una explicación que los comisarios aceptaron, pero que no evitó una advertencia formal al equipo por no informar de inmediato a los delegados de la FIA sobre la situación. Este episodio ha añadido más leña al fuego, con críticas que señalan una falta de profesionalismo por parte del piloto y una gestión cuestionable por parte de Aston Martin.
El impacto de este escándalo trasciende lo sucedido en Barcelona. La relación entre Lance Stroll y Aston Martin parece estar en un punto de ruptura. Con solo 14 puntos en la temporada 2024, comparados con los 132 de Alonso el año anterior, el rendimiento del canadiense ha sido objeto de escrutinio constante. La llegada de Fernando Alonso en 2023 y la incorporación de Adrian Newey como jefe técnico en 2025 han elevado las expectativas del equipo, que aspira a competir en la cima con el respaldo de Honda como proveedor de motores a partir de 2026. En este contexto, el comportamiento errático de Stroll y su falta de resultados han generado tensiones internas. Según El Español, la paciencia de los ingenieros y la directiva está al límite, y la influencia de Lawrence Stroll, aunque sigue siendo significativa, se ve amenazada por socios externos como Arctos Partners y Aramco, quienes buscan una escudería más competitiva.
La ausencia de Stroll en la carrera dejó a Aston Martin con un solo coche en la pista, el de Alonso, quien luchó por sumar puntos desde la décima posición. La imposibilidad de reemplazar a Stroll se debió a las estrictas regulaciones de la FIA, que prohíben cambios de piloto después de la clasificación en un fin de semana estándar de Gran Premio. Aunque el equipo cuenta con pilotos reserva como Felipe Drugovich y Stoffel Vandoorne, ambos tienen compromisos en las 24 Horas de Le Mans, que coinciden con el próximo Gran Premio de Canadá. Esto plantea un dilema para Aston Martin, que podría recurrir a Valtteri Bottas, piloto reserva de Mercedes, si Stroll no se recupera a tiempo para su carrera en casa.
El futuro de Lance Stroll en la Fórmula 1 está ahora bajo un intenso escrutinio. Su historial, con solo tres podios en nueve temporadas, y su incapacidad para igualar el rendimiento de Alonso han alimentado las críticas sobre su lugar en el equipo, especialmente considerando el respaldo financiero de su padre. Las especulaciones sobre un posible adiós del clan Stroll de Aston Martin han comenzado a circular, con rumores que sugieren que 2025 podría ser su última temporada en el paddock. Mientras tanto, el Gran Premio de Canadá será crucial para determinar si Stroll puede superar tanto sus problemas físicos como el daño a su reputación tras este escándalo.
En redes sociales, el incidente ha generado un torbellino de opiniones. Algunos aficionados defienden a Stroll, argumentando que la presión de competir contra un bicampeón mundial como Alonso es inmensa, mientras que otros lo acusan de falta de profesionalismo y cuestionan su permanencia en la Fórmula 1. Lo cierto es que este episodio ha expuesto las fisuras en Aston Martin, un equipo que, a pesar de su ambicioso proyecto, enfrenta desafíos internos que podrían definir su futuro en la categoría